"Cara a cara": Mr. Scrooge protagoniza un nordic noir

En «Cuento de Navidad», la novela corta escrita por Charles Dickens en 1843, el avaro Ebenezer Scrooge hace el mal a sus anchas hasta la visita de tres fantasmas la madrugada entre la Nochebuena y la Navidad. Enseñándole su pasado, su presente y su futuro, consigue un cambio de actitud y el sol llega a la vida de Mr. Scrooge. Ahora démosle un toque de serie «nordic noir» y llamémosla «Forhoret» («Cara a cara»), «El interrogatorio» en la original; juntemos un elenco de dejar la boca abierta y extendámoslo durante tres intensas temporadas de 8 capítulos de apenas 25 minutos. Filmin estrena hoy la última entrega de este thriller nórdico creado y dirigido por Christoffer Boe («Expediente 64: Los casos del Departamento Q»), en la que podremos ver el desenlace de esta obra única.

En menos de 24 horas

En 2019 conocimos la historia de el oficial de policía Bjørn (Ulrich Thomsen) destinado en Copenague y le asignan un caso de suicidio. Cuando llega al lugar del suceso se da cuenta que la muerta es su hija Christina «Alma Ekehed Thomsen). Las personas a su alrededor creen que ella podría haberse suicidado, pero él no acepta eso. Empieza un viaje entonces que lleva al policía a conocer su yo más profundo y oscuro y a interrogar a todo el círculo implicado en el caso, y un sinfín de confesiones a base de palizas y torturas psicológicas. Ya entonces conocimos los bajos fondos de la capital danesa, casas de lujo, prostíbulos y la darknet, todo con la intención de redimir al personaje y encontrar al culpable de la muerte de su hija. En la segunda temporada el papel protagonista recae en la madre de Christina, Susanne Egholm, interpretada por Trine Dyrholm («Erna en la guerra»), que aun en duelo por la muerte de su hija, recibe a un nuevo paciente en lo que parece ser una rutinaria sesión de hipnosis con un hombre que desea dejar de fumar. Durante la sesión, el paciente se revela como un asesino en serie que va a cometer su próximo crimen en breve, por lo que Susanne tendrá que medirse en una carrera a contrarreloj para intentar frenar un nuevo asesinato.

En la tercera temporada que se estrena hoy en Filmin, recuperamos a un personaje de la primera temporada, Holger Lang (Lars Mikkelsen), padrino y protector de Christina, a la que había propuesto heredar su empresa de construcción millonaria. Cuando todo parecía indicar que Christina se había suicidado, todo cambia cuando Holger recibe un vídeo que demuestra que fue un asesinato. Desde ahí se desencadena una serie que ha impactado por varios motivos. El primero y más evidente es reunir en su reparto a lo más granado de la interpretación danesa, con Ulrich Thomsen, Lars Mikkelsen, Trine Dyrholm, Nikolaj Lie Kaas, David Dencik, Lars Ranthe y Søren Malling en papeles protagonistas o secundarios. También continúa con su formato de ocho episodios de menos de media hora en los que se suceden una serie de encuentros de dos personajes que acaban convirtiéndose en un duelo de diálogos rápidos e irónicos, llenos de mordaces comentarios sobre las vidas de todos los implicados. También es otro aditivo el hecho de que todo suceda en un plazo de menos de 24 horas, lo que aviva el interés por el atracón.

La serie es una gran obra en la que Mikkelsen se lleve gran parte del mérito por su labor frente a la cámara, donde le vemos pasar por todo tipo de estados como un Mr. Scrooge de los negocios moderno, que se enfrenta a sus seres queridos y allegados detrás del olor a descuidado y podrido. Los fantasmas de su pasado y de su presente se van presentando, aunque es el empresario el que busca su encuentro para someterlos a un tercer grado, que a partir de la mitad de cada episodio y con el cambio de música adecuado, se convierte en justificado. Al lado de Mikklesen las réplicas de los personajes de su hermano Markus Lang (Pilou Asbaek), su abogada Liz (Evin Ahmad), su mejor amigo Otto (Nicolas Bro), sus hermanos gemelos Rupert (Jacob Oftebro) y Beatrice (Josephine Park), y su madre (Camilla Lang).

«Cara a cara» es una obra fundamental para entender la vida, y que antes de buscar en la vida de los demás es importante estar dispuesto a mirarnos hacia dentro, e incluso descubrir que descuidamos quiénes somos. La serie construye un nuevo formato de «Nordic noir» sin aspavientos ni nada más que dos personajes sobre un escenario que es igual de peligroso que los que están en él.