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Los cincos mejores capítulos de 'Aquí no hay quien viva'
La primera ficción de los hermanos Caballero esta de aniversario esta semana y os mostramos los mejores capítulos para entender porque la gente la sigue amando a pesar del paso de los años

El 7 de septiembre del año 2003, la vida de Alberto y Laura Caballero cambiaría para siempre con la emisión del capítulo piloto de 'Aquí no hay quien viva' en Antena 3. La serie enganchó al público español con audiencias que sobrepasaron el 40% de share, convirtiéndola en la ficción más vista de la década de los 2000 en nuestro país. A día de hoy, muy parecido al fenómeno global de 'Friends', 'Aquí no hay quien viva' sigue siendo un filón mediático debido a la universalidad de los temas que aparecen en la trama de los episodios, así como sus carismáticos personajes, que conforman una de las comunidades de vecinos más célebres de la ficción española. Desde LARAZÓN, un servidor aprovechando el 22º cumpleaños de la serie, os ofrece los cinco mejores capítulos de la serie. La ficción puede verse actualmente en Prime Video, Netflix, SkyShowtime, Atresplayer, HBO Max, Disney+ y Movistar Plus+, donde se conserva intacta la esencia de Desengaño 21. A continuación, repasamos tres episodios icónicos, uno por cada temporada.
- Érase un fin de año (Temporada 1, episodio 17)
La comunidad se prepara para despedir el año por todo lo alto, pero como es habitual en Desengaño 21, nada sale según lo previsto. Paco y Emilio deciden aprovechar la ausencia de Concha para alquilar su piso, sin imaginar que se convertirá en el escenario de un rodaje pornográfico en el que el propio portero acaba implicado por error. Mientras tanto, Mauri y Fernando intentan organizar una fiesta de Nochevieja que se complica por las constantes disputas vecinales. El humor alcanza su punto álgido con las uvas de las campanadas, ya que varios personajes se quedan sin ellas o no logran seguir el ritmo tradicional de las 12, una referencia clara a la costumbre española de Fin de Año. - Érase una boda (Temporada 2, episodio 13)
Lo que parecía la boda soñada de Emilio y Rocío acaba convirtiéndose en un caos absoluto. Aunque todo está listo y los vecinos esperan ansiosos el enlace, a Emilio todavía le queda un obstáculo que superar: presentarse al examen de acceso a la Universidad apenas dos horas antes de la ceremonia. Vestido con el traje de novio y con Juan Cuesta como cómplice, intenta aprobar la prueba con la ayuda de su presidente, mientras Rocío aguarda en la iglesia sin sospechar nada. La trama da un giro inesperado cuando Belén descubre la trampa gracias al pinganillo que lleva Emilio y revela a la novia sus verdaderas intenciones en el peor momento posible, justo antes del “sí, quiero”. El episodio dejó para la historia uno de los momentos más memorables de la serie: la improvisación del padre Miguel cantando “Vamos, vamos, que nos casamos”, un gag espontáneo que se convirtió en un clásico para los fans. - Érase unas vacaciones (Temporada 3, episodio 33)
La comunidad de Desengaño 21 se traslada a Benidorm tras la invitación de Rafael, el padre de Lucía, que ofrece a todos unas vacaciones gratuitas en un complejo de bungalows recién adquirido. La ilusión inicial pronto se transforma en tensión al descubrir que el verdadero plan de Rafael es derribar las instalaciones para levantar un gran hotel. Mientras unos vecinos celebran la oportunidad de un futuro lujoso, otros sienten que han sido engañados y se resisten a perder el lugar prometido como retiro vacacional. El capítulo juega con tópicos muy reconocibles para los espectadores: el entusiasmo por las “vacaciones gratis”, los choques de intereses, las discusiones colectivas y la sátira sobre el urbanismo descontrolado en zonas turísticas. Esa combinación de humor y crítica social lo convierte en uno de los episodios más recordados de la temporada. - Érase un cultivo (Temporada 4, episodio 2)
El capítulo arranca con varias tramas que ponen patas arriba a la comunidad. La investigación por el atropello de Paloma parece ir mejorando para Juan, aunque Isabel vive con nervios cada avance del caso. Belén, apoyada por su madre, está a punto de conseguir la hipoteca para su nuevo piso, pero teme fracasar en la prueba médica del seguro, lo que la lleva a idear soluciones tan absurdas como arriesgadas. Marisa y Vicenta también visitan al médico, y la noticia de que Vicenta debe operarse abre un frente inesperado. En ese contexto, Isabel propone que Vicenta se relaje con marihuana, lo que provoca momentos tan cómicos como surrealistas. A la par, Lucía siente que ha perdido a Yago definitivamente, hasta que él reaparece con una oferta sorprendente: mudarse a vivir con ella. El episodio mezcla problemas serios con situaciones disparatadas, reflejando la esencia de la serie: humor costumbrista, enredos y personajes que siempre terminan enredándose aún más cuando buscan una solución. - Érase un adiós (Temporada 5, episodio 13 – final de la serie)
La despedida de 'Aquí no hay quien viva' fue tan caótica y coral como se esperaba. Belén y Emilio fingen estar de luna de miel en la playa, pero en realidad se alojan en la Pensión Loli. El engaño dura poco: Paco se entera y decide contarlo a los vecinos, que se sienten traicionados al descubrir la verdad. Por otro lado, Mariano encuentra defectos en las vigas de la portería y, tras la visita de un arquitecto, se confirma que el edificio está en riesgo, lo que obliga a tomar medidas drásticas. Al mismo tiempo, surgen nuevas tensiones entre los Cuesta e Isabel por una reforma que dispara el presupuesto. La gran sorpresa llega cuando se revela que Leonor ha tenido un romance con Mariano, lo que enfurece a Mauri antes de que finalmente decida aceptar la situación. En los minutos finales, Belén toma la decisión de no quedarse con ninguno de sus pretendientes y los vecinos se ven obligados a enfrentarse a la demolición del edificio, cerrando la serie con humor, enredos y un aire nostálgico.
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