
Estreno
'Mar afuera': Segundas oportunidades
atresplayer estrena hoy esta superproducción en clave de drama juvenil de Atresmedia y Beta Fiction Spain, sobre la convivencia en un CIMI

"Aquí dentro soy mil veces más libre que fuera". Esta frase del guion es profética sobre el argumento de 'Mar afuera', adaptación del fenómeno italiano 'Mare fuori' que se estrena hoy en atresplayer y Disney+. Protagonizada por Gabriel Guevara, Hugo Welzel y Laura Simón, entre muchos otros, es una producción de ocho episodios de Atresmedia y Beta Fiction Spain.
La serie es una de las apuestas más fuertes de la plataforma de Atresmedia y fue presentada oficialmente en el pasado Festival de Televisión de Vitoria (FesTVal). Allí, Mercedes Gamero, CEO de la productora, desveló que la versión española introduce un personaje femenino en el segundo capítulo, al contrario que en la original, que también tiene más episodios y de mayor duración.
La serie comienza con la llegada al Centro de Internamiento de Menores Infractores (CIMI) Santa Bárbara de Álvaro (Gabriel Guevara), un niño bien de Santander con un pasado oscuro, y Carlos (Hugo Welzel), un chaval humilde de barrio con un destino incierto. En un enorme edificio viven decenas de jóvenes que pasan el tiempo en terapia, actividades como la carpintería y el remo, y en buscarse problemas.
La llegada de los dos nuevos está llena de confusión, penitencia y arrepentimiento. Allí trabarán amistad o enemistad con otros internos. Saray (Laura Simón), que prácticamente se esconde de su vida fuera de los muros del centro, será una aliada intramuros. Ray (Miguel Frouchtman) es un miembro de la peligrosa banda de Los pajaritos y encontrará motivos para ir a por los dos protagonistas. Álex (Dani Marrero) es un joven trans que será pieza esencial en lo que está por venir. Completan el reparto de internos Lukas (Marcel Serrano), Marina (Nekane Otxoa), Edu (Julen Katzy) y Violeta (La Imén).
Todos ellos están a cargo de la directora del CIMI, Paula (Itziar Atienza), y el trabajador social Mario (Carles Francino), que se esforzarán por ofrecerles una segunda oportunidad en su vida. En el claustro también están Ramón (Raúl Prieto) y Fran (Boré Buika). Sin embargo, todos los anteriores ocultan un oscuro secreto que es parte de cómo se ha concebido 'Mar afuera'.
A lo largo de los episodios y hasta llegar al clímax, la serie radiografiará el pasado de cada personaje principal para mostrarnos cómo era su vida en libertad y qué hicieron para perderla. Al mismo tiempo se desarrollará el presente con una trama lineal que habla de confianza, traición, viejos rencores y renovadas venganzas. Cada historia crea su propio universo donde el espectador se sumerge de lleno en la psique de cada interno.
El propio Mario (Francino) será el desencadenante del último episodio en el que la ficción se convertirá en un emocionantísimo thriller. Otra trama más implica a Carlos y a su novia Nina (Natalia Azahara), que acabará por fundirse con toda la trama.
'Mar afuera' está concebida de una manera magistral. Su apariencia es la de una gran superproducción en la que el espectador disfrutará de cada instante, gracias a una paciencia fílmica de los directores, Norberto López Amado y Rómulo Aguillaume, que se recrean de manera detallada en cada plano, no dejando nada al azar. Ayuda inestimable la que recibe de la dirección de fotografía, a cargo de Óscar Durán.
Cada escena es oscura y clara al mismo tiempo, y la paradoja de un CIMI tan cerca del mar hace agobiante una vida en la que estás a una ventana de la libertad. La trama usa la interacción de personajes para ir más allá y abrir el guion a problemas de calado social, que no sólo interesan a los jóvenes, y que se distancia de la versión italiana, muy localizada y con problemas como drogas y violencia. En 'Mar afuera', la realidad de los adolescentes navega por la salud mental, el bullying, los embarazos no deseados, las relaciones tóxicas o la familia.
Cierto es que todas las historias personales que se van entrelazando y se acaban desenredando son muy importantes, pero también lo es que podía haberse alargado todo hasta dos episodios más.
Llega el momento de elevar la dirección de actores y a los propios intérpretes. Los actores están cómodos y la falta de prisa en los planos da espacio para destacar. Casi todos los implicados hacen un trabajo espectacular para transmitir la complejidad de unos jóvenes con pocos apoyos reales, que se enfrentan, sin más ayuda que sus compañeros, a la soledad, la incomprensión o la ira, pero que cuentan con fuerzas impulsoras como la esperanza y la amistad.
Los actores trasladan verdad con sus palabras, sus miradas y sus silencios. El ambiente que se respira en el CIMI es de autenticidad y aporta un valor fundamental de credibilidad a todo lo que se está viendo.
Sin duda, 'Mar afuera' será una de las series del año, puesto que reúne una trama que respira verdad, una acción incesante y unas actuaciones que calarán hondo en el espectador. No descarto una segunda temporada.
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