Recomendación

«Muertos S.L.» se estrena en Netflix como número 1: Se avecina batalla en la funeraria Torregrosa

Tras adjudicarse los derechos, la plataforma ha lanzado en exclusiva los seis episodios que conforman esta nueva temporada, manteniendo intacta su esencia

'Muertos S.L.' se estrena en Netflix como número 1: Se avecina batalla en la funeraria Torregrosa
'Muertos S.L.' se estrena en Netflix como número 1: Se avecina batalla en la funeraria TorregrosaNetflix

Un golpe seco (similar a un hit de percusión), sumado a un eco grave y un par de notas sintetizadas para dar sensación de grandeza, un sonido ya icónico y reconocible que nos indica que en nuestro televisor, tablet o smartphone estamos viendo Netflix. La plataforma de streaming se ha adjudicado con los derechos de la ficción de Laura y Alberto Caballero «Muertos S.L.» estrenando el pasado jueves 21 en exclusiva los seis episodios que conforman su tercera temporada. Los hermanos madrileños vuelven a demostrar su buen pulso narrativo con nuevas y disparatadas aventuras de los trabajadores de la ya entrañable funeraria Torregrosa, convirtiéndola en uno de sus grandes éxitos de los últimos años. Movistar Plus+ dio luz verde a una tercera temporada de «Muertos S.L.» y en julio de este año se oficializó la venta de los derechos de esta divertidísima y oscura ficción a Netflix. Desde el 31 de julio, las dos primeras temporadas están disponibles en la plataforma y la tercera acaba de desembarcar en el puerto de contenidos. Para sus creadores, el cambio es «una oportunidad de llegar a un público global» y, como afirman, «no hay plataforma más universal que Netflix» para llevar su humor a todo el mundo.

Vanesa vs Dámaso Volumen III

El personaje de Dámaso Carillo, interpretado por un brillante Carlos Areces, se despide de la segunda temporada con dos reveses que marcan el arranque de la tercera. Decidido a convertirse en director de la funeraria Torregrosa, coloca así la primera piedra de su gran sueño, la llamada «ciudad deceso». La vida, sin embargo, continúa poniéndole obstáculos. A pesar de su cinismo, narcisismo y egoísmo reflejados en cada una de sus acciones durante estos seis nuevos episodios, el espectador no puede evitar quererlo en pantalla, recordando al carismático Antonio Recio de «La que se avecina», un personaje detestable pero imposible de apartar de la vista. En esta entrega, Dámaso se ve a sí mismo como un Julio César moderno, empeñado en conquistar su particular Roma, la funeraria, y enfrentado a su Pompeyo Magno, Vanesa Hernández, interpretada por Amaia Salamanca. Ella cuenta con el respaldo del «Senado» de Torregrosa, encabezado por la entrañable Nieves Torralba a la que da vida Ascen López. Fiel a su ambición, Dámaso despliega cuatro estrategias tan ingeniosas como ruines para derrocar a la nueva directora, poniendo a su becario Morales, encarnado por Roque Ruiz, en situaciones cada vez más comprometidas. Con el avance de los capítulos, el joven empieza a demostrar que también tiene madera para encontrar su propio rumbo en esta disparatada funeraria.

Su humor sátirico apunta directamente a la sociedad actual, con chistes genuinos y certeros

Con la incorporación de José Lamuño, cuyo personaje pondrá en aprietos ideológicos a la tanactopractora interpretada por Adriana Torrebejano, la serie reafirma su gran acierto en la construcción de personajes. Cada gesto, mirada, chiste o matiz de diálogo está ejecutado con precisión gracias a un reparto en estado de gracia. Salva Reina, Aitziber Garmendia, Gerard B. Fillmore, Lorea Intxausti, Manolo Cal y, sobre todo, Diego Martín brillan en cada aparición. Este último se adueña de las escenas con reacciones tan inoportunas como divertidas en los momentos menos adecuados, convirtiendo a su «yonqui» del emprendimiento en un personaje de culto e injustamente infravalorado, al nivel de lo que fue el Carlos de la icónica «Aquí no hay quien viva» a principios de los 2000.

En la escritura, Alberto Caballero, Daniel Deorador, Julián Sastre y Nando Abad dejan clara su marca con un humor satírico afilado que apunta directamente a la sociedad actual, combinando chistes genuinos y certeros. Se atreven con temas que en otros proyectos serían tabú, logrando que el mensaje cale de inmediato. El bullying escolar, los micromachismos, la picaresca laboral con las bajas, la precariedad de la salud mental en España o el arquetipo de herederas frías y sin escrúpulos (encarnadas de forma magistral por Bárbara Santa-Cruz y Lucía Quintana) se abordan con ironía y una puntería implacable. Todo ello se potencia con el toque bizarro de la dirección de Laura Caballero, que convierte a la funeraria Torregrosa en la Dunder Mifflin española, la que más cerca ha estado del nivel de la comedia norteamericana de «The Office». Y como guinda, las ya míticas escenas postcréditos, dignas de la mejor Marvel, para cerrar de forma sublime estos seis episodios de media hora que se consumen como pipas.