Nuevo spin-off

Un traje mal ajustado en la ciudad de las estrellas

'Suits LA' llega a SkyShowtime decidida a heredar la chispa de la serie original de 2011, pero el resultado no llega a deslumbrar

Stephen Amell interpreta a Ted Black en 'Suits LA', spin-off de la exitosa 'Suits'
Stephen Amell interpreta a Ted Black en 'Suits LA', spin-off de la exitosa 'Suits'NBC

Pensaba que en la televisión habíamos perdido ya esa divertida costumbre de coger una serie, cambiarla de ciudad y darle un subtítulo nuevo. Hablo de la época de 'CSI', que tuvo ediciones en Las Vegas, Miami o Nueva York, todas con la misma premisa pero cambiando el telón de fondo. Nada más lejos de la realidad: 'Suits', el exitoso drama legal estrenado en 2011 y creado por Aaron Korsh, ha recuperado ese espíritu y lanza, también con Korsh a los mandos, 'Suits LA', que traslada la acción de Nueva York a la ciudad angelina.

Es precisamente el sello 'Suits' el gran aval de este spin-off. La serie madre, lanzada hace ya 14 años por USA Network, pronto se convirtió en un fenómeno televisivo: durante nueve temporadas se mantuvo como uno de los buques insignia de la cadena, generó un fandom fiel y lanzó al estrellato a sus protagonistas, como Gabriel Macht, Patrick J. Adams o, por supuesto, Meghan Markle. Su prestigio creció con el tiempo, hasta el punto de revivir en plataformas de streaming más de una década después. No era de extrañar en este contexto, y tras una versión egipcia y otra coreana a sus espaldas, que Korsh se lanzase de cabeza al mundo (tan rentable en estos días) del spin-off. Ya lo hizo en 2019 con 'Pearson', centrada en el personaje de Gina Torres, y vuelve a hacerlo, seis años después, con esta 'Suits LA'.

Para esta nueva jugada, el director y guionista no ha querido arriesgar, y ha apostado por darle al público lo que siempre ha funcionado. En esta ocasión seguiremos las andanzas de Ted Black (Stephen Amell, protagonista de 'Arrow'), un ex fiscal de Nueva York que ha dejado atrás su carrera para reinventarse como abogado en la ciudad de las estrellas. Sin embargo, su bufete, Black Lane Law, especializado en clientes de alto perfil —muchos vinculados a la industria del entretenimiento—, no pasa por su mejor momento ya que Stuart Lane (Josh McDermitt), su socio, se une con una firma rival, llevándose clientes y abogados por el camino. Esto obliga a Ted a involucrarse en casos de defensa criminal, algo que desprecia y que le conecta con su pasado en Nueva York, donde una persecución a la mafia le salió caro. Acompañando a Ted estarán Erica Rollins (Lex Scott Davis) y Rick Dodsen (Bryan Greenberg), abogados de su bufete que competirán por ser los segundos de a bordo.

Sin embargo, y por mucho que se empeñe en replicar la esencia de lo que funcionó, 'Suits LA' tropieza en varios frentes. No es que sea un producto malo per se, sino que peca de una falta de ambición narrativa y de una excesiva dependencia de los códigos ya explotados en la serie original, sin llegar a capturar su chispa. Se nota que Korsh y su equipo querían jugar sobre seguro, pero en el proceso han creado una serie que, aunque técnicamente competente, carece de alma.

Uno de los mayores lastres es, precisamente, su excesiva dependencia de los flashbacks. La serie intenta construir un pasado dramático para Ted Black recurriendo a ellos constantemente, rompiendo el ritmo de la trama principal y resultando redundantes. Tampoco ayuda la falta de química palpable entre los personajes principales. 'Suits' brillaba en la relación simbiótica, llena de tensión y complicidad, entre Harvey y Mike. Aquí, en cambio, las interacciones entre Ted y su equipo se sienten forzadas, movidas por el guion y no por una conexión orgánica. Amell hace lo que puede con un personaje que oscila entre el drama sombrío y el sarcasmo forzado, pero no termina de cuajar. Le rodean personajes que, por ahora, son poco más que arquetipos. Incluso los cameos de personajes de la original, como Harvey Specter, aunque gratos para los fans, se sienten más como un recurso de fanservice que como una aportación narrativa. Refuerzan la sensación de que 'Suits LA' vive a la sombra de su hermana mayor, sin atreverse a volar por sí misma.

Como epílogo a estas carencias, 'Suits LA' ha sido cancelada tras una sola temporada, confirmando que el prestigio de la marca original y el intento de replicar su fórmula no ha enganchado al público o a la crítica. La serie se despide así con la sensación de experimento fallido, de spin-off que llega tarde y sin ideas lo bastante frescas como para justificarse. Un recordatorio de que, por muy bien que funcione un traje, si no le sienta bien a quien lo lleva, siempre se notará que es prestado.