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“Son las cinco y no hemos comido”, Pedro Sánchez desata un meme

Cristina Pardo reutiliza con ironía la frase de Pedro Sánchez durante ‘Más Vale Tarde’, después que Iñaki López aludiera a la maratoniana cobertura del Caso Koldo

“Son las cinco y no hemos comido”, Pedro Sánchez desata un meme
“Son las cinco y no hemos comido”, Pedro Sánchez desata un memeAtresmedia

La rueda de prensa en Ferraz no fue solo una cuestión de gestos, datos políticos y explicaciones, sino que dio pie a uno de los momentos televisivos más comentados de la semana. Pedro Sánchez, en medio de la presión sobre el Caso Koldo, soltó con ligereza “Son las cinco y no hemos comido”, como si un pequeño estómago maltrecho pudiera resumir la fatiga comunicativa del momento.

La frase caló, apareció en redes, despertó memes y hasta provocó comentarios un tanto críticos: ¿era un desliz improvisado o un síntoma del desgaste de la derecha informativa? Pero hoy, la carcajada se vuelve palpable porque esa misma expresión fue rescatada por Cristina Pardo en laSexta.

En la apertura de "Más Vale Tarde", Iñaki López abrió fuego con humor autocrítico: “llevo toda la semana sin catar bocao”, reconoció, provocando risas y dando pie a Pardo para afilar el cuchillo. “Son las cinco y no hemos comido. ¿A quién le suena eso?”, soltó ella con precisión quirúrgica. Y esa fue la consigna: una ratificación en formato broma, pero con eco en la audiencia.

Fue un golpe ligero, potente, que dio la vuelta a la mesa. El mensaje: la política puede tener grandes temas —como la corrupción—, pero también un momento para reír con la parodia de un presidente hambriento de comida y de respuestas. A veces, un chiste resume mejor que mil editoriales.

Y no se quedó ahí: Iñaki López bromeó con su propio estado físico. “Me estoy poniendo pantalones del año 92”, confesó, apuntando a una inanición prolongada que no es solo sobre política, sino también sobre cafeterías cerradas en plató, comidas incumplidas y rutinas informativas extremas. La seriedad del Caso Koldo se matiza con esta chispa terrenal y cotidiana.

Porque aquí está el reto del periodismo televisivo: mantener el rigor informativo sin caer en el agotamiento emocional. Y usando este refrán improvisado tenemos una puerta abierta a la humanidad del presentador, y a la chispa de la compañera, como Pardo. Al final, el atril es también un escenario de pequeños vacíos —y grandes risas—, en los que la ironía personal revitaliza la conversación política.