
Entrevista
Victoria Arnáu: "Estoy convencida de que la gente sigue eligiendo Antena 3 Noticias porque les ofrecemos información rigurosa y de calidad"
La presentadora se ha puesto, por cuarto año consecutivo, al frente de la edición de las 15h de Antena 3 Noticias durante el verano, cosechando unas impresionantes cifras de audiencia que les han convertido en líderes

Antena 3 Noticias 1 (22,2% y 1,9 millones de espectadores) ha sido en agosto el informativo más visto de la televisión y el programa líder del mes. Encadena ya 91 meses consecutivos en lo más alto de la sobremesa —desde febrero de 2018— y ha logrado su mejor dato en un agosto de los últimos 18 años. Además, es el informativo que más crece respecto al mismo mes del año pasado, con +2,1 puntos, y supera a su competidor directo por casi 13 puntos. Al frente de este éxito veraniego está Victoria Arnáu (Elda, 1991), con quien hemos charlado sobre estas cifras, sus motivos y sobre el estado del periodismo actual y, más concretamente, del informativo.
Este verano las audiencias han acompañado con fuerza y Antena 3 Noticias ha liderado con claridad. ¿A qué cree usted que se debe la confianza de los españoles en su informativo para estar al tanto de la actualidad?
Este es ya el cuarto verano en el que tomo el relevo de Sandra Golpe para que pueda disfrutar de sus merecidísimas vacaciones, porque la temporada es muy intensa. Personalmente lo hago con la misma ilusión que el primer día, pero también con mucho respeto y muy concentrada en la responsabilidad, ya que Sandra lleva años liderando las noticias de las 15h. Los espectadores confían en nosotros para informarse y eso significa que no podemos fallarles. Creo que el compromiso de Atresmedia, y el mío también cuando me toca estar al frente, es responder a esa fidelidad con información de calidad. Afortunadamente, como dices, la audiencia nos sigue acompañando en agosto, y esto me hace muy feliz. Pero, para mí y para todo el equipo, el mejor premio es siempre el trabajo bien hecho. Estoy convencida de que la gente sigue eligiendo Antena 3 Noticias porque les ofrecemos información rigurosa y de calidad.
La actualidad de agosto ha estado marcada por los incendios, las novedades políticas y numerosas noticias de gran impacto. ¿Cómo lo ha vivido usted desde dentro? ¿Lo considera un mes excepcional?
Este ha sido un agosto muy particular, porque normalmente en verano la actualidad baja un poco de intensidad y permite abordar temas más ligeros, asuntos que durante el frenesí de la temporada no tienen cabida. Pero este ha sido, sin duda, el agosto más negro que recuerdo. Ha sido el verano del fuego: miles de hectáreas arrasadas, miles de personas viendo cómo las llamas amenazaban sus hogares y sus vidas, con la sensación de que, si se quedaban allí, nadie iba a salvarlos… Y, en medio de todo eso, el fuego convertido en arma política. Hemos visto a nuestros políticos lanzándose reproches en lugar de asumir responsabilidades y trabajar juntos. Creo que este verano ha vuelto a dejar clara la polarización política que vivimos. En la redacción a veces me llaman idealista, pero sigo pensando que hay otra manera de hacer política, más allá del tuit fácil, del insulto o del “y tú más”. Y no lo digo mirando a un lado en concreto, lo digo mirando a todos: porque esa polarización política está arrastrando también una polarización social. No podemos atrincherarnos en la idea de que “los nuestros siempre lo hacen todo bien y los otros siempre lo hacen todo mal”. Creo que es momento de bajar decibelios, de escuchar más, de acercarnos a la realidad —que es muy compleja— con empatía y espíritu crítico. Y este verano, con los incendios, esa necesidad se ha hecho más evidente que nunca.
En un contexto social y político tan polarizado, a menudo se cuestiona la imparcialidad del periodista. Como rostro de las noticias, ¿cuál es su filosofía para afrontar y gestionar la cobertura de informaciones más controvertidas?
Creo que, si algo pone en valor a esta casa y a nuestra manera de entender el periodismo, es que nuestro director nos da total libertad para contar las cosas como creemos que deben contarse. Ha sabido crear un equipo muy enriquecedor: periodistas con años de experiencia, solvencia y fuentes contrastadas, junto a voces más jóvenes que aportan una mirada fresca y nuevas formas de narrar. El resultado es un periodismo de siempre, pero contado con un lenguaje muy actual. Para mí es fundamental que cada periodista mantenga su mirada, porque es evidente que todos tenemos una manera particular de observar la realidad. Pero, al mismo tiempo, debemos hacer un esfuerzo constante por ofrecer al espectador una información honesta y veraz, analizando los datos y poniéndolos en contexto para que sea él quien saque sus propias conclusiones.
En un momento de consumo tan rápido de información, marcado por las redes sociales, el formato del telediario tradicional parece estar amenazado. ¿Cómo trabajan en Antena 3 para competir con esa inmediatez —a veces poco veraz— y adaptarse a esta nueva etapa?
Esto es una adaptación constante. En el terreno de las redes sociales nos hemos subido al carro porque hay que estar ahí. Vivimos en una paradoja: tenemos más acceso que nunca a información, pero esa sobreexposición puede llevarnos a la desinformación. En las redes circulan bulos a gran velocidad, difundidos por perfiles anónimos, bots o personas con intereses particulares. Ahí es donde los medios tradicionales jugamos un papel fundamental: ofrecer información veraz y de confianza. En Antena 3, el informativo ya no es solo encender la tele a las 15h. También estamos en las redes, para que el espectador encuentre información rigurosa y de calidad, y no se deje arrastrar por la oleada de desinformación.
Mirando al futuro, ¿cómo cree que va a evolucionar el informativo? ¿Hacia una transformación más digital o manteniendo el telediario lineal, que históricamente ha funcionado tan bien?
Ahora mismo convivimos cómodamente con los dos formatos: el informativo en televisión y la adaptación al entorno digital. Es cierto que los nuevos lenguajes y narrativas están ganando protagonismo, y que las noticias se cuentan con un tono más cercano. Pero la clave está en esa duplicidad: la información del informativo también debe estar al alcance en redes sociales.Nuestro compromiso con la información de calidad implica hacerla llegar a través de todas las plataformas posibles. Hoy mucha gente sigue consumiendo el telediario, y yo no le auguro una desaparición a corto plazo. Al contrario, ya estamos en todas las plataformas para llegar al máximo de personas que quieran informarse con nosotros. Esto es como cuando se decía que “la radio iba a morir”. Se ha repetido muchas veces y, sin embargo, ahí sigue, porque los medios tradicionales han demostrado una enorme capacidad de resistencia y resiliencia. Y, sobre todo, porque cuando ocurre algo importante, cuando hay una crisis, la gente enciende la tele o la radio, porque sabe que ahí encontrará información veraz y de calidad.
La edición que usted presenta es, para muchos españoles, el primer contacto con la actualidad del día. ¿Cómo es el proceso de selección y jerarquización de las noticias que ofrecen, teniendo en cuenta la enorme responsabilidad que supone?
Sí, totalmente. Yo intento hacer mucha pedagogía con esto, porque mucha gente piensa que el presentador solo trabaja la media hora que dura el informativo, y nada más lejos de la realidad. Para el de las 15h, por ejemplo, empezamos a trabajar a las 8 de la mañana. Llegamos ya con la prensa leída, la radio escuchada y la actualidad repasada. A esa hora celebramos la primera reunión, que es el momento clave del día: ahí analizamos cuál será la noticia de apertura, qué espacio y qué tiempo daremos a cada tema y, sobre todo, qué enfoque tendrá cada uno. Porque al final todos vamos a hablar de los mismos asuntos —por ejemplo, los incendios—, pero lo que diferencia a los medios es la manera de contarlos. Además, el informativo de las 15h tiene una particularidad: para muchos españoles es el primer contacto con la actualidad del día. A lo largo de la mañana ocurren muchas cosas y, aunque a primera hora diseñamos una escaleta, el guion cambia constantemente. Es un ritmo muy frenético: nada tiene que ver la escaleta inicial con la que finalmente sale al aire, porque hay que reaccionar rápido y conectar en directo allí donde está la noticia. Es, en definitiva, una carrera contra el reloj cada día, pero también apasionante. Y cuando termina el informativo, miro al equipo y pienso: un día más hemos conseguido llegar a las casas con la información y, además, con el trabajo bien hecho.
Para cerrar, más allá de la audiencia y el liderazgo —que son el resultado—, ¿qué es lo que a usted, personalmente, le impulsa y motiva cada día a ponerse delante de la cámara y contar a los españoles lo que ha pasado?
Creo que todos los periodistas tenemos algo en común: la curiosidad, las ganas de saber. En mi caso, además, tengo casi una obsesión: entender antes de contar. Vivimos en una sociedad muy compleja, con muchas aristas y lecturas, y a menudo la gente se pierde entre tanta información. Para mí, el gran reto y la motivación diaria es descifrar esa realidad, comprenderla primero yo, y después traducirla para que llegue de forma sencilla y clara. Siempre pienso en cómo se lo explicaría a alguien de mi familia, de tú a tú, con respeto pero también con cercanía. Porque creo que mucha gente se siente desencantada con la actualidad porque la percibe como algo enmarañado. Y ahí está nuestra labor: desenredar esa complejidad para que la información llegue a los hogares de manera directa, comprensible y útil.
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