Toros

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Ángel Sánchez: «Si Madrid no recuerda al novillero nunca olvidará al matador»

En la recta final de San Isidro, con aires renovados, llega la alternativa de este espada local en la corrida de Adolfo Martín junto a El Cid y Pepe Moral.

Ángel Sánchez: «Si Madrid no recuerda al novillero nunca olvidará al matador»
Ángel Sánchez: «Si Madrid no recuerda al novillero nunca olvidará al matador»larazon

En la recta final de San Isidro, con aires renovados, llega la alternativa de este espada local en la corrida de Adolfo Martín junto a El Cid y Pepe Moral.

Con las ideas claras el torero madrileño afronta su tarde soñada, su alternativa en Las Ventas. Un diestro decidido, sin términos medios, que solo concibe el gris en las capas de los toros que lidia. Un torero nacido para tardes grandes, unido para siempre a Las Ventas desde que ganara un certamen camino hacia ella y lo rubricase el día de su presentación, de la que todavía resuenan sus naturales en los tendidos. Firmará el viernes otro nuevo comienzo, otra vez en La Monumental, donde quiere demostrar que sí hay alternativa. Cuestión de principios

–¿Por qué los «adolfos» como alternativa?

–Tarde o temprano había que hacer una apuesta y qué mejor sitio que en Madrid. Tomar la alternativa con este hierro me puede colocar en el sitio que deseo y hacer respetar.

–¿Qué cara puso la empresa al escuchar sus demandas?

–De que estaba loco (se ríe). Adolfo Martín está considerada como una ganadería dura, pero yo no lo creo así. Es exigente, pero su embestida es tan templada y humillada que con que te embista quince veces te pone en boca de todos.

–¿Cómo ha sido su primer contacto con este hierro?.

–El trato con el ganadero ha sido como con el de sus vacas, extraordinario. Los dos estamos ilusionados.

–La suya será la única alternativa de esta Feria.

–A lo largo del año son muchos los novilleros que se acercan a esta plaza a ofrecer su alternativa o confirmación. Pero afortunadamente han decidido confiar en mí.

–¿Ve inconvenientes en actuar en la última semana?

–No, yo creo en el destino y sé que si el viernes salen las cosas bien tarde o temprano las oportunidades llegarán, aunque este año no pueda entrar en todos los carteles.

–A unos días de esta cita, la más importante de su vida, se despidió como novillero en la Maestranza. ¿Necesitaba hacerlo?

–En parte sí. Tenía la ilusión de debutar en esa plaza como novillero y no quise dejar escapar la oportunidad de despedirme de ese escalafón de una forma tan bonita.

–¿Cómo vive estos días previos?

–De momento estoy tranquilo. Si ya estuviese atacado no sé cómo llegaría al viernes. Hago mi vida normal. Procuro no hacer muchos cambios. Puede que me pase a ver los toros antes de la corrida.

–¿Con qué se queda de lo que va de Feria?

–Evidentemente con la doble puerta grande de Talavante y López Simón. Pero para mí hay un torero que debería estar en todos los carteles y este año lo ha vuelto a demostrar, que es David Galván. Un compañero al que solo le hace falta torear más.

–Tras una gran temporada como novillero en 2017, con más de una veintena de tardes, ¿Teme que le cueste hacerse un hueco en el escalafón superior?

–Dicen que Madrid es la que da y la que quita, pero yo tengo pelusas en los bolsillos. La alternativa puede colocarme en el lugar que busco o mandarme a casa a seguir luchando.

–¿Cómo se ve dentro de diez años?

–Me gustaría que me consideraran como hoy se recuerdan a las figuras de antes, como toreros todoterrenos capaces de lidiar cualquier tipo de encaste. Soy un torero convencido de mí mismo y que huye del encasillamiento.

–¿Le obsesiona ser figura?

–No, me obsesiona hacerme respetar y que la gente cuando me vea por la calle diga ahí va un torero, no una figura.

–¿En el toreo es necesario un cierto punto de locura?

–Para mi profesión y para casi todo. Yo soy torero, pero no me subiría en una moto que va a 300 km/h. Cada uno está loco para lo que quiere y para lo que le gusta.

–Un torero que no olvida sus raíces.

–Uno siempre tiene que saber de donde viene y donde se ha forjado y yo lo hehecho en los pueblos de la sierra de Madrid. Donde dicen que las novilladas son corridas de toros.

–¿Siente que Madrid no se ha olvidado de su presentación como novillero?

–Si Madrid no recuerda al novillero jamás se olvidará del matador. Si la presentación no lo fue la alternativa será inolvidable.