Toros
Ángel Villamor, traumatólogo que va a operar a Ponce: “Sólo meternos con un ligamento cruzado anterior supone cinco o seis meses sin torear”
El diestro será atendido esta tarde por el traumatólogo para valorar el alcance de la lesión y la intervención
De siempre los toreros temieron más a los huesos que a las cornadas, en la penúltima corrida del abono fallero, el diestro de la tierra Enrique Ponce vivió todas las caras cuando el toro de la ganadería de Olga Jiménez le levantó los pies del suelo. Fue en un pase de pecho, avanzada ya la faena, cuando el animal hizo por él y le infirió una cornada en la parte trasera del muslo izquierdo al levantarle de la arena. Una herida de dos trayectorias en el glúteo de 12 y 5 cms. No era lo que más preocupaba ni desde el primer momento. La manera de caer de esa cogida fue reveladora: al diestro se le retorció la rodilla izquierda, que ya la tenía lesionada y pronto se supo que tenía rotura del ligamento lateral interno y arrancamiento del ligamento cruzado, con un derrame en la rodilla que hacía sospechar que pudiese tener una lesión ósea, como así se demostró horas más tarde con la confirmación de la fractura de la base distal de la tibia de la pierna izquierda. También el torero de Chiva tiene rota la séptima costilla.
Tras ser atendido y operado de la cornada en la propia enfermería de la plaza, el diestro fue trasladado al Hospital Casa de la Salud donde se le hizo un TAC para determinar el alcance exacto de sus heridas. Ayer por la tarde, Enrique Ponce fue trasladado a Madrid con el fin de ponerse en manos del traumatólogo Ángel Villamor, que será el encargado de la intervención del torero valenciano y su posterior recuperación. El médico, que le atendió a última hora de la tarde de ayer, tendrá que descartar una “posible lesión de menisco, que sería lo conocido como triada, y también una rotura de ligamento cruzado posterior, que ocurre en casos de rodillas en polichinela, término que usamos en rodillas que quedan totalmente sueltas y que es como me lo describió el traumatólogo de la plaza. Simplemente el meternos con un cruzado anterior supone unos cinco a seis meses sin torear, aunque la recuperación puedan ser dos meses. Pero tenemos que esperar a cumplir seis para que el ligamento esté resistente”, comenta Villamor a LA RAZÓN horas antes de explorar al torero.
Con estos plazos, el desarrollo de la temporada, que es la 29 como matador de toros, se tambalea.
Para la semana que viene estaba prevista su presencia en la feria de Castellón y este mismo viernes se presentan los carteles de la Feria de San Isidro de Madrid donde este año había asumido el compromiso de torear en dos ocasiones y se sumó al invento del bombo del empresario francés de la plaza de Las Ventas. Plaza 1, empresa gestora comandada por Simón Casas, envió en la tarde de ayer un comunicado firmado por el apoderado del diestro y suegro Victoriano Valencia donde aseguraba mantener su compromiso de seguir anunciándose en San Isidro. Habrá que esperar el desarrollo de los hechos, mientras Enrique Ponce deja su evolución en manos de profesionales con el doctor Villamor al cargo.
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