Toros
Con ganas de más
La ganadería madrileña lidió una gran novillada, con un ejemplar para el que se pidió el indulto
Como siempre suele suceder, tras la tempestad llegó la calma y a las lluvias -que impidieron la celebración de los festejos incluidos en el concurso Naranja de Plata para novilleros sin caballos- siguió un sol espléndido que no puso peros ni objeciones a la celebración de la sexta entrega del abono. Y, sin duda para compensar, el destino quiso que esta función fuese todo un regalo para los aficionados que volvieron a llenar esta tan especial y singular plaza. Cuando se arrastró el cadáver del último novillo, nadie se movía de sus asientos. Todos esperaban más, y, como mínimo, todos hubiesen -hubiésemos- asistido del todo complacidos a la lidia de, al menos, otro novillo más. Fue una de esas tardes que la tauromaquia te reconforta y te hace ver que esto merece la pena.
La clave estuvo, como siempre, en el elemento toro. Se lidió un encierro de Flor de Jara que, sin ser tan aparatoso como alguno de días pasados, tuvo su seriedad y presencia y que, sobre todo, sacó casta y bravura. Especialmente el lidiado en tercer lugar, “Burgalés”, marcado con el número 2 y que desde que se hizo presente en la arena no dejó de embestir. Acometió con ganas al capote de Ángel Téllez, que no pudo fijarle; se dejó pegar en varas; persiguió a los banderilleros y quiso siempre comerse la muleta en el último tercio, embistiendo arrastrando el morro por el suelo, con una fijeza extraordinaria y, además, sin un mal gesto. Incansable, siguió el engaño sin protestar, humillado y encelado, una, otra y mil veces. Téllez hizo amago de ir a por la espada de verdad y desde el callejón le dijeron que siguiese. El novillo tenía mucho que torear aún, y ya el público comenzó a pedir el indulto, haciendo que sonasen hasta dos avisos antes de que el novillero, cuando era evidente que el palco no concedía la gracia, acabase con él con un feo e inmerecido bajonazo.
Fue el culmen de una gran novillada en la que el ganado estuvo por encima de sus matadores. Téllez apenas dijo nada con su primero y Francisco de Manuel dejó ver maneras y oficio. Ligó una faena muy compuesta a su primero, en la que ligó varias series por ambos pitones con gusto y empaque, y, tras lucirse otra vez al torear de capa al cuarto, quizá el de menos fuelle de la tarde,dejó un trasteo que no levantó el vuelo.
Algemesí, 27 de septiembre. Sexta de feria. Lleno.
Novillos de Flor de Jara, bien presentados y de gran juego, especialmente el lidiado en tercer lugar, para el que se pìdió el indulto y que premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Ángel Téllez (de botella y oro), pinchazo y estocada, ovación; dos avisos, bajonazo, dos orejas.
Francisco de Manuel (de pavo y oro), entera, oreja; pinchazo y estocada baja, silencio.
De las cuadrillas destacó Miguel Martín.
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