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Diego Ventura: «Es momento de trazar nuevos retos y soñar con otro hitos»

El rejoneador, nº 2 del escalafón este año, cierra una etapa histórica con los hermanos Lozano

Diego Ventura, a hombros en Las Ventas en 2018 (Foto: EFE)
Diego Ventura, a hombros en Las Ventas en 2018 (Foto: EFE)larazon

El jinete hispano-luso ha anunciado a través de un comunicado su desvinculación de la casa Lozano, a la que ha estado unido en el último lustro. En la carta abierta se despide profesionalmente de Pablo y Luisma, junto a ellos ha afirmado algunas de las páginas de la historia de su escalafón, como el rabo que cortó en Las Ventas o su encerrona en la Feria de Otoño del año siguiente. A pesar de su brillante trayectoria, también hace referencia a los obstáculos, como los que le siguen alejando de plazas como Pamplona. Como en la carta reconoce, se han cumplido los objetivos propuestos inicialmente, que Diego Ventura fuese tratado como lo que es, una máxima figura del toreo a caballo. Con esta actitud han alcanzado metas que antes eran impensables, como convertir el festejo mixto en un acontecimiento casi habitual en plazas de primera categoría como Sevilla o Madrid.

La carta abierta reza lo siguiente:

Cinco años es mucho tiempo en la vida de un torero. Más aún cuando se desarrollan en un contexto tantas veces a la contra y, aún así, se encaran retos como nunca antes nadie y se

convierten en hitos. En cimas, en cumbres alcanzadas. Pero nunca solo. Un torero nunca camina solo. Lo hace en compañía de gente fundamental que cree contigo en esos retos y que contigo los convierte en hitos. La gente que conmigo vivió tanto durante los últimos cinco años comparten apellido y sangre. Pero no sólo eso: también una filosofía de vida, una manera de estar y de hacer en el toro. Tan exclusivas cada vez más por tan infrecuente cada vez más. Señorío le llamo. Porque de señores del toreo está cargada la familia Lozano, mis compañeros de camino en estos últimos cinco años tan difíciles, tan intrépidos, tan importantes y tan inolvidables para mí.

La vida es camino. Un camino constante. Y el camino se hace más fructífero cuando te acompaña en él alguien de la grandeza humana y taurina de don Pablo Lozano. El don siempre por delante para nombrar a un señor del toreo y de la vida. ¿Cómo agradecerle, maestro, tanta enseñanza, tanta sabiduría y la inmensa suerte de conocerle en la corta distancia y así disfrutarle? Mis respetos siempre, don Pablo. Como para ti, Luisma. Contigo fue la primera conversación, el acuerdo para caminar juntos, el apretón de manos, la presencia cercana por más que la exigencia de apoderar a una figura histórica como El Juli no nos haya dejado compartir todas las tardes, tantas tardes de toros. Pero siempre estabas antes y después de ellas, siempre pendiente, siempre cerca. Como un torero necesita. Eso y que como torero le traten. Entendiste pronto lo que necesitaba, Luisma, lo que mi carrera requería y merecía y así defendiste ambas cosas desde la total implicación y con el empeño como máxima de que se respetara el sitio y las formas que nos corresponden. Fue duro, ¿verdad, Luisma? Pero apasionante también. Y hermoso. Y fortalecedor. Por eso siento que has marcado un antes y un después en mi carrera.

Tú, Luisma, y tú, Pablo. Mi escudero, mi sombra, mi apoyo. La compañía inmarcesible, leal, incondicional. La mesura y la educación, la bondad y el equilibrio. La seriedad. El señorío, insisto. Tan a la baja en estos tiempos en los que el apoderamiento de un torero tan poco se entiende como el acompañamiento del hombre como lo haces tú. Hemos sido un equipo, Pablo, y todo lo logrado, lo logramos juntos. Juntos subimos cada peldaño y cada pendiente y juntos alcanzamos cada meta. Y han sido metas altas, ¿verdad, Pablo? ¡Gracias por tanto, apoderado!

Cierto es que me llega el momento de tomar otra senda. Forma parte de la vida. Pasa en todo: en las empresas, en las familias y también en el toreo. Y lo tomo con la decisión de seguir construyendo mi propio camino, de trazar nuevos retos, de soñar con otro hitos. De seguir adelante, en definitiva, pero lo hago desde el convencimiento de haber vivido junto a vosotros cinco años maravillosos y definitivos, fundamentales e inolvidables. Sois y seréis siempre parte de Diego Ventura.