El abuelo de Ponce cumple 100 años

El pasado día 13 de marzo cumplió cien años Leandro Martínez, abuelo de Enrique Ponce, el hombre que vio y encauzó las inmensas posibilidades de aquel niño que ha terminado siendo uno de los más grandes toreros de la historia.

Con el alias de El Motillano -era natural de Motilla de Palancar, en Cuenca- hizo sus pinitos como torero, pero la guerra civil truncó sus planes. Una ilusión que se terminaría cumpliendo con su nieto, cuando Enrique era un chiquillo. No tenía cinco años y ya andaba trasteando con la muleta por el pasillo. Con ocho ya se puso delante de un becerro, y con nueve acudió al concurso de la placita de Monte Picayo.

Siempre con el abuelo Leandro detrás, enseñándole técnicas y maneras. Fue allí, en el Picayo de Puçol, donde El Litri (el padre) «lo vio torear y proclamó: si sigue así será una figura del toreo». Y así fue.

Con este motivo, la Peña Taurina «Enrique Ponce» de Chiva organizó ese día diferentes actos con el fin de homenajear a Leandro. Hubo una misa en la iglesia San Juan Bautista de Chiva y, posteriormente, se ofreció una multitudinaria cena a la que asistieron más de 200 personas, entre las que se encontraban familiares del abuelo Leandro, como, naturalmente, Enrique Ponce y su esposa Paloma Cuevas, además de amigos de la peña taurina y vecinos.