Toros

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El agua y el mal fario suspenden la sexta de Albacete

Matadores y presidente así lo acordaron tras comprobar el deficiente estado del ruedo

Los tres matadores comprobaron el estado del ruedo
Los tres matadores comprobaron el estado del ruedolarazon

El pulso que durante todo el día mantuvo el temporal con la fiesta taurina acabó decantándose a favor de la lluvia. Tras una noche de aguaceros continuos. por la mañana comenzaron a aparecer claros y a la hora del sorteo hasta lució, tímidamente, eso sí, el sol. Y la gente se fue a comer si no completamente tranquila sí que con la esperanza más subida. No en vano la de ayer era una de las corridas estrella del serial: Julián López “El Juli”, José María Manzanares y Paco Ureña, que tras la suspensión de anteayer en Baza tenía prevista su vuelta a los ruedos en este festejo. En chiqueros aguardaban cuatro toros con el hierro de Garcigrande y dos marcados con el de Domingo Hernández, mas otros dos, reseñados como sobreros, uno de cada divisa.

Pero conforme se acercaba la hora de comenzar la función el cielo volvía a cerrarse y a tornarse amenazador. Rachas de lluvia, luego un imponente chaparrón, viento fuerte -que hasta derribó uno de los gigantescos árboles del paseo de la feria, y hasta truenos y relámpagos. Pero la gente quería toros. Las puertas de la plaza se abrieron y los tendidos comenzaron a poblarse de publico pertrechado de chubasqueros y paraguas. El ruedo estaba cubierto por grandes lonas y a una orden del jefe de personal se comenzó a retirar, dejando ver un ruedo empapado y en algunas zonas encharcado de manera muy preocupante. Y seguía lloviendo. A falta de unos minutos, como estaba previsto, las cuadrillas llegan a la plaza. Primero la de El Juli, luego la de Ureña y, finalmente, la de Manzanares. Los subalternos se asoman y examinan el estado del piso. Caras serias y gestos de preocupación. Una nube de periodistas rodean a los profesionales. Se barrunta que no habrá solución pero hay que esperar a que sean los matadores los que vean cómo está la situación. El Juli, ataviado con un terno grana y oro, es el primero que comprueba el piso. Paco Ureña, de canela y oro, es el siguiente que se asoma. Y su cara no delata mucha esperanza. Hay que esperar a que llegue Manzanares, que lo hace apenas unos minutos más tarde, también de grana y oro. Los tres salen al ruedo, pisan la arena, comprueban que está muy blanda y resbaladiza y entran de nuevo al túnel de cuadrillas. Allí hay un breve conciliábulo con Joaquín Coy, encargado de presidir el palco, y enseguida se llega a la conclusión más obvia y lógica. Hay que suspender. Y así se hace saber a la mucha gente que ya casi abarrotaba la plaza. A casa. Alguien se da cuenta; ¡es que hoy es viernes 13!

Ahora queda confiar en que la DANA dichosa se diluya pronto. Para el día 14 se anuncia una corrida de rejones, con Diego Ventura, Sergio Galán y Juan Manuel Munera. El domingo 15 está prevista una corrida en la que tres diestros locales, Andrés Palacios, Sergio Serrano y Diego Carretero, lidien reses de Torrestrella. Y lunes y martes la traca final; el día 16 toros de Juan Pedro Domecq para Ponce, Perera y Emilio de Justo, que sustituye al lesionado Roca Rey, y el martes cierran el abono Castella, Ureña y Pablo Aguado con toros de Montalvo.

Ojalá no haya más incidencias negativas y esta tan importante feria se pueda desarrollar con total normalidad. Y brillantez, a ser posible.