Videos

El Congreso declarará la Tauromaquia Patrimonio Cultural Español

Rechazadas las cinco enmiendas a la totalidad presentadas sobre la ILP taurina

José Ignacio Wert, instantes antes de su intervención a favor de la Tauromaquia en el Congreso de los Diputados
José Ignacio Wert, instantes antes de su intervención a favor de la Tauromaquia en el Congreso de los Diputadoslarazon

La Tauromaquia será declarada «Patrimonio Cultural español». Estas dos denominaciones tomarán el relevo de la Fiesta de los toros y su ansiada declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), tal y como impulsó la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que presentó 600.000 firmas en el Congreso para blindar las corridas de toros. Finalizado ayer el plazo de presentación de enmiendas al artículado a las ocho en punto de la tarde, la proposición de ley para la regulación de la Tauromaquia impulsará varios cambios con respecto al texto presentado en su día por la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, ya que la enmienda parcial presentada por el PP –y que deberá ser aprobada el próximo 2 de octubre en la Comisión de Cultura– busca dotarlo de mayor solidez y de una estructura jurídica más ambiciosa.

Por este motivo, junto a la citada inclusión de la Tauromaquia dentro del «Patrimonio Cultural español», también se recogerán en el texto final varias medidas encaminadas al fomento y la protección de las corridas de toros como el Plan Nacional –que debe estar redactado para final de año– y la actualización de la normativa taurina. Para esta última medida, se cuenta con la colaboración de la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, puesta nuevamente en marcha en los últimos meses. Además, la enmienda al articulado del PP también cuidará la libertad de empresa y la unidad de mercado en todo el territorio nacional.

Previamente, a última hora del mediodía, la Cámara Baja daba el primer paso. Las cinco enmiendas a la totalidad presentadas –por CiU, Izquierda Plural, Grupo Mixto, Compromís y UPyD– en el Congreso eran declinadas en la Cámara Baja. Todas rechazadas. Una detrás de otra después de un debate en el que destacó la férrea defensa realizada por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que tomó la palabra para recordar que «es deber del Estado garantizar la promoción y continuidad de toda la Cultura», donde situó a las corridas de toros, puesto que «gozan de un importante arraigo en nuestro país».

Asimismo, la comparecencia de Wert en el hemiciclo sirvió también para negar rotundamente la existencia de una inyección de dinero público al sector taurino. «No responde a la verdad decir que la Tauromaquia obtiene subvenciones directas del Estado, porque este ministerio de Cultura no dota de asignación anual alguna a la Tauromaquia para su desarrollo o fomento; existe protección genérica, pero no económica en los Presupuestos Generales de este Gobierno», comentó al tiempo que también echó por tierra las supuestas críticas de la UE por maltrato animal, puesto que «el máximo organismo europeo excepciona en materia de protección animal aquellas actividades relacionadas con las tradiciones de su nación».

Otro de los puntos espinosos tanto en la presentación de las enmiendas, allá por el julio pasado, como en su debate de ayer era el solapamiento competencial que surge con la declaración de BIC de las corridas de toros. Según el ordenamiento jurídico español, esta potestad se circunscribe a bienes muebles e inmuebles y sólo corresponde a las Comunidades Autónomas –salvo en el Patrimonio del Estado–. De ahí, la declaración de «Patrimonio Cultural español». Wert ya lo dejó entrever en su discurso reclamando la prioritaria necesidad de «encontrar una fórmula de cooperación para satisfacer las competencias autonómicas existentes y también regular la normativa taurina desde el Estado; respeto a las Comunidades Autónomas, sí, pero con protección estatal».

Ya en el turno de réplicas, Wert ironizó con torería sobre «el innegable valor lingüístico de la Tauromaquia en nuestra Cultura, atendiendo a su presencia constante en todas y cada una de las intervenciones realizadas por aquellos que se niegan a reconocer el toreo como acto cultural». Un capotazo por derecho y cargando la suerte que, ahora, espera su faena final en esta misma plaza dentro de una semana.

Por su parte, Juan Manuel Albendea, diputado del Grupo Popular y presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, advirtió en el turno de comparecencias del «atentado ecológico, económico y cultural, además del que afecta a las libertades individuales», que supondría acabar con los toros en España.

Precisamente, sobre esta facultad para acudir a las corridas de toros, Albendea defendió "el derecho de los españoles y los aficionados a acudir o no a las plazas de toros, libertad que se quiere ahora cercenar", criticó antes de cuestionarse "quiénes somos los políticos para prohibir que un padre lleve a su hijo a los toros".

De este modo, la Fiesta escaló ayer un nuevo peldaño y se encuentra aún más cerca de su reconocimiento cultural, puesto que tras la votación del próximo miércoles, sólo quedará por cumplir el trámite del paso del texto definitivo por el Senado. A todo esto, hay que sumar la denuncia presentada paralelamente por el Grupo Popular ante el Tribunal Constitucional por la prohibición de Cataluña y que aún sigue pendiente de resolución.

El PSOE, indiferente, hace otro desplante a los toros

El ministro Wert aprovechó su comparecencia y tendió la mano. Pidió a los socialistas «un papel más constructivo en un debate que no es de izquierdas o derechas». Fue en vano. El PSOE –como ya sucedió hace dos años en Cataluña y como se ha venido repitiendo en este largo caminar de la ILP taurina– volvió a desplantarse con la Tauromaquia.

Sin duda, una incongruencia del mismo partido que en su día consumó el traslado de competencias de Interior a Cultura. Ayer se abstuvo en todas las votaciones a las enmiendas a la totalidad salvo para apoyar la formulada por CiU. No rectificó por la tarde, en la presentación de enmiendas al articulado y el respaldo del PSOE tampoco llegó: los socialistas rechazaron firmar la enmienda presentada por el PP.