Feria de San Isidro

El efecto de la doble «M»: lluvia de «VIP» y «No hay billetes»

La Infanta Elena, fiel a su cita en Las Ventas; sobre estas líneas, Esperanza Aguirre con Sánchez Dragó; y, a la derecha, Yolanda González con Nieves Álvarez
La Infanta Elena, fiel a su cita en Las Ventas; sobre estas líneas, Esperanza Aguirre con Sánchez Dragó; y, a la derecha, Yolanda González con Nieves Álvarezlarazon

En la octava de la Feria de San Isidro llegó la letra del arte, la «M». Y por partida doble: con Morante y Manzanares. Qué tendrá esta consonante y los nombres que la acompañan que es reclamo de caras conocidas. Dentro y fuera del mundo del toro. Tanto es así, que hasta la Casa Real llegó la llamada del sevillano y el alicantino. La Infanta Elena, a pesar del clima desapacible, no quiso perderse tal evento taurino y social. Tampoco lo hizo el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y su antecesora, Esperanza Aguirre, quien compartió espacio en el concurrido callejón de Las Ventas con el polifacético Fernando Sánchez Dragó. El mundo de la moda estuvo representado por Nieves Álvarez, Mónica de Tomás, que asiste habitualmente a los toros, los diseñadores Juanjo Oliva y Jorge Acuña o Lourdes Garzón, directora de Vanity Fair. La revista inauguró ayer en la carpa Arte y Cultura la exposición «Al límite» con fotografías de Cayetano o la Duquesa de Alba, entre otros. Asimismo, el doctor Ángel Villamor, el periodista Ernesto Sáenz de Buruaga y la empresaria Nuria González no se perdieron la cita isidril. Por otro lado, el tenista Feliciano López, muy aficionado a los toros, y su ex compañero Pato Clavet dieron la cara por el deporte. Mientras, el taurino, sea la tarde de la «M» o de la «Z», acude fiel a su cita. Así, los matadores de toros Palomo Linares, Pepín Liria, Morenito de Aranda, Óscar Higares y, como es habitual, Jaime Ostos y su esposa María Ángeles Grajal, ocuparon su localidad. También lo hicieron el torero británico Frank Evans «El Inglés», los ganaderos Victorino Martín, Victoriano del Río y el empresario de Sevilla Eduardo Canorea, entre muchos otros. A pesar de la amenaza del tiempo, la única lluvia que hubo fue la de los «VIP» que ayudaron a colgar el cartel de «No hay billetes» en una tarde donde el arte se escribió con «M».