Toros

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El regreso de Ponce cinco inimaginables meses después

El torero reaparece mañana en El Puerto con Morante y Manzanares después de la lesión de rodilla “catastrófica”

El torero Enrique Ponce el pasado mes de junio / Efe
El torero Enrique Ponce el pasado mes de junio / Efelarazon

El torero reaparece mañana en El Puerto con Morante y Manzanares después de la lesión de rodilla “catastrófica”

Toreaba en casa aquella tarde, la del 18 de marzo, la segunda vez que hacía el paseíllo en Valencia en ese récord de números que ha logrado Enrique Ponce hasta darle la vuelta a todo. Y fue allí ante sus paisanos donde un toro le desmadejó para dejarnos sin palabras. Poco importó que el diestro llevara una cornada en el glúteo, la caída, a plomo, porque el cruzado de la rodilla hacía meses que no le sostenía, impactó a los presentes y al mundo en los días después. Daba la sensación de que ahí se acababa aquello, a las pocas horas, quizá 24 después, le intervenía el doctor Villamor ya en Madrid durante cuatro largas horas para reconstruir lo que el propio médico diagnosticó como “rodilla catastrófica”. Un parte poco halagüeño se encontraba el maestro de Chiva después. Además de la rotura previa del ligamento cruzado anterior que arrastraba desde el pasado mes de diciembre, sumó en esa caída tan brutal con la que el toro se deshizo de él la rotura completa del ligamento lateral interno y una fractura de la meseta tibial, además de la fractura del menisco externo e interno.

Todo hacía pensar que la temporada de 2019 estaba perdida para el torero y a la espera de ver cómo se recuperaba de tamaña lesión. Madrid quedó en blanco, a pesar de resistirse a no anunciarse, y pasaban los días y los meses mientras Enrique Ponce hacía gala a través de las redes sociales de su buena evolución (y disciplinada rehabilitación).

Acudió a Madrid, en plena Feria de San Isidro, aquella tarde en la que tendría que haber hecho el paseíllo, para ver a Julián López “El Juli”, su sustituto. Y lo hizo acompañando al Rey emérito. Mientras la temporada se desarrollaba con cierta normalidad, y ya en pleno mes de agosto, con la baja indefinida de la figura del momento, Andrés Roca Rey, Enrique Ponce se probaba en el campo, sin forzar, en el intento de mantener a raya todos esos ligamentos aun frescos, pero con la idea clara de volver. Un día de agosto. Con la cuesta del mes más fuerte de la temporada y sin volver la espalda a Bilbao.

A sus 48 años y sus casi treinta temporadas en activo, Enrique Ponce mantiene la integridad y la altura de figura que responde ante los compromisos de máxima exposición. Por ello, mañana hará su primer paseíllo después de casi cinco meses de aquella brutal cogida que dejó imágenes impactantes. Lo hace en la plaza gaditana de El Puerto de Santa María con Morante de la Puebla y José María Manzanares, que sustituye a Roca Rey, para dar cuenta de una corrida de Juan Pedro Domecq. Después, si la suerte acompaña, vendrá la escalada de agosto. La vida sigue. Y Enrique vuelve.