Toros
El salto de «Trueno» que causó pánico
Un toro saltó al callejon sin causar heridos, la tarde en la que Jerónimo cortó un trofeo
Momentos muy de considerarse a fondo tuvo la octava corrida de la temporada grande 2017-2018, en la monumental Plaza México en la que Jerónimo cortó la única oreja de la tarde, Juan Pablo Llaguno estuvo torero con un lote complicado y Antonio Lomelí, que confirmó la alternativa, con destellos de menos madurez y mató muy bien para saludar en el tercio. Fue «Trueno» el toro que saltó al callejón y causó miedo, pero todo quedó en una anécdota.
Entrada floja, unas cuatro mil personas y se lidiaron seis toros del hierro de Caparica, de correcta presentación y desiguales condiciones en su lidia. Muy bueno el cuarto, terminó dando de si el sexto y los otros cuatro complicados, sin dar opciones.
Lomelí, en el primero que desde salida tendió a quedarse corto, anduvo sin plan y sin carácter, pero sí lo mató de estocada haciendo la suerte como dios manda. Silencio, en el sexto, salió a flote su poco sitio y rodaje, logró momentos de calidad y otra vez, mató el toro con todas las de la ley, saludos en el tercio.
Jerónimo, con su peculiar estilo, tuvo al público de su parte y en el segundo trasteo de altos y bajos de buena de calidad y mató de estocada, para una vuelta al ruedo con ligeras protestas. Con el buen cuarto, con buen lado derecho y poco potable el izquierdo, trasteo con su estilo, en que hubo momentos que calaron y mató de estocada para llevarse una oreja,
Llaguno tuvo, si se analiza químicamente, la actuación más torera. Lució firme, superando las malas condiciones de sus enemigos, trasteos con estructuración de torero cuajado y mostró que es una pena no le den más toros. Estuvo por arriba de sus enemigos, al tercero lo mató de dos pinchazos, estocada y descabello, si acierta corta una oreja. Salida al tercio y el sexto, otro toro sin fondo le hizo todo con conocimiento lo mató de pinchazo y estocada, aplausos
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