Historia

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«Es histórico que la Administración nos abra sus puertas, porque antes ni teníamos dónde llamar»

El presidente de la UCTL, Carlos Núñez, reclama «la máxima implicación» de todos estamentos de la Mesa del Toro

De izquierda a derecha, Carlos Núñez, presidente de la UCTL; Julio Pérez Tabernero, vicepresidente; e Isabel Carpio, secretaria general
De izquierda a derecha, Carlos Núñez, presidente de la UCTL; Julio Pérez Tabernero, vicepresidente; e Isabel Carpio, secretaria generallarazon

«Es algo histórico que la Administración nos haya abierto sus puertas para dialogar, porque antes ni siquiera había puertas a las que llamar», defendió el presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), Carlos Núñez, que aprovechó también su condición de máximo responsable de la Mesa del Toro para pedir una vez más «la máxima implicación de todas las partes que integran el sector para garantizar una estructura sólida y fortalecida».

«Tenemos que apretarnos el cinturón todos y para todo, no sólo unos pocos, porque todo suma y ayuda a remar en la misma dirección para encontrar esa unión completa de los estamentos taurinos que, ahora mismo, es lo que más nos preocupa», explicó Núñez en un encuentro informativo con los medios de comunicación en el que resaltó su papel de «bisagra que armonice los problemas intersectoriales -toreros, ganaderos, empresarios, subalternos...- y sea la bandera de la defensa de la tauromaquia».

«Es un proceso complejo y lento a la hora de apreciar resultados apreciables», describió. «Para el ganadero no quedan más clavijas que apretar: la siguiente es el matadero; todo pasa por un abaratamiento de los costes de producción del espectáculo, de manera que haya una reestructuración de las normativas de la tauromaquia para en el futuro contar con un espectáculo que sea asequible», reclamó.

Y es que, en palabras del presidente de la UCTL, «el panorama es muy desalentador». «La curva de número de festejos y, por tanto, la demanda de toros se han reducido de manera dramática, cerca del 50 por ciento, dichas cifras no van en paralelo con la producción de animales en el campo y se traduce en un excedente de stock de astados de todas las edades que no encuentran salida para su lidia», avisó Carlos Núñez al tiempo que, por este motivo, calificó como primordiales «una buena gestión de la empresa agropecuaria, una producción de las reses que resulte lo más barata posible y una adecuación de cada ganadería a su respectivo mercado adaptándose a la demanda real y siendo muy escrupulosos en la selección».

Dentro de estas coordenadas, el presidente de la UCTL recalcó que «evidentemente el objetivo de las ganaderías debe pasar porque sean viables, pues aunque no ganen dinero, a ninguno le gusta perderlo». Asimismo, quiso incidir en dar cábida dentro de estos parámetros anticrisis a los encastes en situación crítica, pues «salvaguardar la diversidad genética es otra prioridad que, además ha encontrado especial sensibilidad por parte de la Administración».

En este sentido, Isabel Carpio, secretaria general de la Unión, cifró en «un treinta por ciento la reducción en el número de vacas reproductoras», lo que se traducirá en «un descenso evidente del número de reses potencialmente lidiables en un plazo de cinco años (camadas 2017)».

Por último, en cuanto a las relaciones con el Gobierno y la televisión pública, «aun agradeciendo la colaboración prestada, tenemos que ser ambiciosos para que la divulgación y el fomento de la tauromaquia sea constante, seria y de calidad», definió Carlos Núñez, escoltado por la nueva Junta Directiva de la UCTL, que cuenta con Julio Pérez Tabernero, como vicepresidente; Isabel Carpio, como secretaria general de la UCTL; e Iñigo Sánchez Urbina, de vocal.