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Gonzalo Caballero: «Las ganas por volver eran mayores que cualquier recomendación médica»

El diestro Gonzalo Caballero admite que su reaparición ha sido antes de lo aconsejable, pero asegura que sus ganas de torear están por encima de todo

Imagen de archivo de Gonzalo Caballero
Imagen de archivo de Gonzalo Caballerolarazon

El torero madrileño ha hablado para LA RAZÓN y nos ha confesado en qué momento se encuentra y los motivos de su temprana reaparición en Tudanca (Cantabria) después de haber sufrido una aparatosa cogida hace apenas una semana en Santander.

-¿Cómo se encuentra físicamente?

- Llevo todo el día tirado en la cama, ayer hice un esfuerzo muy grande y hoy estoy sufriendo las consecuencias; padezco fuertes calambres, ya que todavía tengo mucho destrozo muscular.

- ¿Cuáles fueron sus sensaciones?

- Ayer no podía faltar a Tudanca, necesitaba volver a sentirme cerca del toro y estoy muy contento por ello, porque pude cortar tres orejas toreando despacio y dando varios muletazos de bella factura con la mano izquierda aun estando herido.

- ¿Cree que el esfuerzo de ayer puede pasarle factura en su recuperación?

- Hoy mismo me deberían haber quitado los puntos, pero no he sido capaz ni de levantarme de la cama, estoy realmente dolorido, pero el cuerpo me pedía eso, colocarme cerca del toro otra vez, volver a sentir esa sensación de estar a milímetros de un animal bravo.

- ¿En esta reaparición ha vencido el corazón a la cabeza?

- Por encima de todo la necesidad de un artista siempre es expresarse, y mi alma torera me pedía encontrarme delante del toro lo antes posible. Además, los mensajes de cariño que he recibido y que la gente se identifique conmigo es lo que más fuerzas me ha dado para volver.

- ¿Cómo vivió la tarde de ayer?

- Al principio me costó mucho entrar en la lidia y al final me lastraron mucho los dolores, pero había sufrido mucho para estar ahí y esa sensación de no estar en plenas facultades y aun así abandonarme en el tiempo y en el espacio fue algo muy bonito.

- ¿Por qué tan pronto y en Tudanca?

- Desde luego que si hubiese sido una plaza de más exigencia no habría reaparecido, porque realmente estaba medio cojo, pero la necesidad de volver a comunicarme con el animal y de contar mi historia con mi toreo pudo, y derivó en esa imprudencia que afortunadamente terminó bien.

- ¿Por qué pidió el traslado a Madrid?

- Tenía muchos dolores, y aunque entrasen dentro de lo normal, cuando te ves tan lastrado y no evolucionas, te ves empujado a acudir a Don Máximo García Padrós, que es mano de santo para todos los toreros; la gran cornada que me pegó el toro en Madrid me la curó de forma milagrosa y eso no se olvida.

- ¿La experiencia que vivió con la cogida en Madrid le ha ayudado a afrontar este último percance?

- Los dolores son dolores siempre, pero mientras pise estos terrenos tan comprometidos y siga arriesgando como lo hago, pienso que esas cornadas te dan sitio. Cuando recibes esas cogidas siendo consecuente con ellas, al final la gente te lo reconoce; lo malo vendrá cuando me coja un toro sin haberme puesto en el sitio que me corresponde, sin torear de verdad.

- ¿Cuáles fueron las recomendaciones de los médicos?

- El médico de Santander me dijo que ni me plantease una reaparición tan temprana como la que ha sido, pero lo mejor de Don Máximo es que es capaz de ponerse en la piel de los toreros. Aunque partiendo de la base de que todavía no me han quitado los puntos, la reaparición ha estado totalmente fuera de plazo, pero las ganas que tenía por volver eran mucho mayores que lo que me pudiera decir cualquier médico.

- ¿Analiza sus percances para buscar la causa o el error?

- No tengo ningún problema en verlos, porque soy totalmente consciente a lo que me expongo, el problema llegará cuando me coja un toro sin saber el porqué y me preocuparé; quizás ese día no quiera ver las imágenes, pero mientras tanto sí las veré e intentaré sacar las cosas positivas, porque sé que estas cogidas se deben a pisar terrenos muy comprometidos pero que también te dan mucha gloria.

- ¿Siente que el público le reconoce este sacrificio que hace?

- Totalmente, esta temporada he encontrando un gran respeto, tanto por parte de los compañeros del escalafón como de toreros antiguos a los que he idolatrado toda mi vida, y sobre todo, al que más escucho es al aficionado que llena tu alma torera, que te da alas.

- ¿Cuál es el torero al que más ha idolatrado?

- Creo que hay un torero que es punto y aparte, que es Juan Mora. Creo que es el espejo en el que cualquier torero debería mirarse porque lleva al máximo el concepto torero y engrandece esa palabra día a día; es mi mayor referente.

- ¿Qué espera de lo que queda de temporada?

- Emplearme cada tarde y ser capaz de contar mi historia a través de mi toreo, siendo fiel a mi concepto. Siempre intento seguir una misma línea, aunque me entren prisas o haya momentos en que no vea claro el horizonte, ya que el día que no tenga nada que contar me iré a casa, porque torear es tener algo que decir.

- ¿Cree que las oportunidades que está recibiendo son justas y se adecuan a sus méritos y esfuerzos en la plaza?

- Totalmente, aquí no hay que quejarse nunca. Este año estoy consiguiendo un número bueno de contratos y tengo ocasión de desarrollar mi toreo, que es lo único que pido, siempre con el fin que tiene mi tauromaquia: abrir la puerta grande de Madrid, que como mi gente sabe, es el mayor objetivo.