«La suerte es que no se rompió el nervio ciático»

Su matador salió por la Puerta del Príncipe, pero él saboreó el triunfo desde el hospital Sagrado Corazón de Sevilla. El banderillero Luis García «Niño de Leganés» sufrió el pasado domingo en La Maestranza dos cornadas en el muslo derecho, «una de 10 y 20 centímetros que contunde el nervio ciático en una extensión de 30 centímetros; además de otra cornada cerrada que se explora evacuando hematoma», según indica el parte médico firmado por el doctor Octavio Mulet.

Tras una primera noche complicada, con muchos dolores, llegan las buenas noticias: «Luis va mejorando», afirma Belén, la mujer del banderillero. «Esta mañana ha estado el cirujano que le operó, le ha descubierto la herida y ha visto que tiene buen aspecto», señala. Además de las dos heridas por asta de toro, el banderillero tiene «una costilla del lado izquierdo fracturada que le molesta al respirar».

Sin embargo, lo que más preocupa a los doctores es la elongación que ha sufrido el nervio ciático, algo que le ha provocado «la pérdida de sensibilidad en la pierna, pero que la recuperará con el tiempo», matiza su mujer. «La suerte es que no se llegó a romper el nervio ciático, quizá haya tocado alguna fibra sensible y, por ello, va a necesitar rehabilitación», reflexiona.

Las primeras horas tras el percance y la intervención se hacen largas y dificultosas, pero más en el caso de «Niño de Leganés», que es «alérgico a muchos medicamentos» que le hubieran podido calmar los dolores. Cuando salió de quirófano «le suministraron morfina para poder aguantar el dolor, pero ya se lo han quitado y se lo controlan con otro tipo de analgésicos».

Si el proceso de recuperación no muestra complicaciones, el próximo viernes «podrían dejarle salir, pero no es nada seguro, depende del día a día», comenta Belén. El torero de plata ya piensa en volver a las filas de su matador, El Juli; pero, de momento, «lo principal es recuperarse y coger seguridad y fuerza en la pierna». «La reaparición es algo secundario», concluye.