Los médicos detectan un segundo coágulo cerebral a Rubén Pinar

El matador de toros Rubén Pinar se mantiene "estable y en observación"en la Unidad de Cuidad Intensivos (UCI) del Hospital de Albacete después de que esta tarde se le haya detectado un segundo hematoma craneal, de más grosor que el primero, al realizarle un Angio-TAC para comprobar su evolución, por lo que no se descarta una más que posible operación para eliminar dicho coágulo.

El diestro manchego, que sufrió el grave percance cuando mataba un astado a puerta cerrada en la ganadería murciana de Nazario Ibáñez, pasará la noche bajo vigilancia intensiva y sedado, después de pasar la primera noche con fuerte dolor de cabeza.

"Estábamos satisfechos de la opinión de los doctores, porque veían que el coágulo que le vieron ayer lo iba reabsorbiendo el propio cuerpo del torero, pero cuando le han realizado el TAC de contraste para descartar definitivamente la operación han encontrado otro hematoma mucho más grande y ahora mismo se encuentran valorando si deciden operarlo o no, porque ese derrame está oprimiendo el cerebro", explicó Santiago, mozo de espadas del torero albaceteño.

Precisamente, Santiago fue uno de los primeros en "recoger a Rubén del suelo". "Estaba inconsciente, con la cabeza llenas de sangre... Nos temimos lo peor, porque la paliza fue muy muy fuerte", reconoce afectado. "Era un toro serio, de Madrid, lo prendió en un visto y no visto y lo levantó varias veces con mucha violencia del suelo, en una de ellas le pegó con la pala del pitón en el rostro, por eso, sangró tanto, lo voy a levantar aún más alto de nuevo y la caída fue muy fea, completamente con la cabeza, el sonido del golpe fue aterrador", recuerda sobre unos minutos de mucha "tensión".

"Enseguida lo llevamos al Hospital de Yecla, estuvo un buen rato inconsciente pero ahí ya llegó despierto, le hicieron pruebas y en cuanto vieron que tenía el pequeño derrame en el cerebro lo mandaron para el centro clínico de Albacete, que está mejor preparado para este tipo de lesiones", concluye el estremecedor relato el mozo de espadas del joven torero de Tobarra.