Toros

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Manuel Diosleguarde abre la primera puerta grande de la feria de Algemesí

El novillero Manuel Diosleguarde, en una imagen de archivo / Efe
El novillero Manuel Diosleguarde, en una imagen de archivo / Efelarazon

Tras la decepcionante novillada de Saltillo que abrió el serial y se cargó el espectáculo, ayer la Feria de las Novilladas recuperó su habitual tono triunfal con un encierro de Cebada Gago, bien presentado, noble y manejable en lineas generales aunque le faltó duración. Pero permitió que sus matadores luciesen y que Manuel Diosleguarde se convirtiese en el primer triunfador del serial.

Lo hizo ya en su primer turno de actuación, al apurar a un novillo que sangró mucho en varas pero que aún así tuvo voluntad embestidora, permitiendo lucir a su matador, que mostró un bien aprendido oficio y muy buenas maneras en una faena templada en la que supo administrar perfectamente la energía y combustible de su oponente, al que, además, tumbó de una eficaz estocada.

Se templó mucho con el que cerró plaza, al que presentó siempre la muleta adelantada y llevó otra vez con temple y limpieza aunque el novillo se apagó antes.

También gustó el mejicano Héctor Gutiérrez, que lanceó con gusto y torería a su primero, con cuajo y volumen y que se enceló en el caballo, donde le dieron duro. Dejó una primera faena de plantas asentadas, muy firme, luciendo al torear en redondo y aguantando luego sin inmutarse miradas y parones cuando el de Cebada cambió y comenzó a pararse a mitad de su lidia.

Volvió a gustar al torear de capa al cuarto, con el que estuvo seguro y fácil pese a que su antagonista tuvo más complicaciones, echando la cara arriba y sin apenas entrega. Tapó las deficiencias del novillo y volvió a dejar constancia de su solvencia y capacidad y mató con contundencia.

Entre ambos novilleros actuó el rejoneador Mario Pérez Langa, todo un ídolo de la afición local que se las vio con un novillo feo y desgarbado y sin demasiado empuje, dejando una actuación tan espectacular como festiva ante un público entusiasmado y entregado. Pero tuvo que echar pie a tierra para descabellar y con el estoque de cruceta perdió el premio que ya tenía ganado.

► Ficha del festejo

Algemesí, 22 de septiembre. Segunda de feria. Lleno.

Cinco novillos de Cebada Gago, el tercero para rejones. Bien presentados, nobles y manejables. Parado el tercero.

Héctor Gutiérrez (de siena y oro), entera, oreja; entera, vuelta al ruedo.

Manuel Diosleguarde (de turquesa y oro), entera, dos orejas; pinchazo, estocada, aviso, descabello, silencio.

Pérez Langa, rejonazo, aviso, seis descabellos pie a tierra, ovación.

De las cuadrillas destacó Marcos Prieto.