Sevilla

Manuel Escribano: «Valdefresno servirá para mostrar mi dimensión»

El sevillano está anunciado mañana en Santander con el hierro salmantino

Escribano cortó dos orejas a un toro de Miura el pasado abril
Escribano cortó dos orejas a un toro de Miura el pasado abrillarazon

Su nombre volvió a sonar en Sevilla. Entró por la vía de la sustitución y cortó dos orejas a «Datilero», de Miura. El doble trofeo sirvió de trampolín esta temporada y sumó fechas; entre ellas, la de Pamplona -donde cortó una oreja a un toro de Dolores Aguirre y dio una vuelta al ruedo- y la de este viernes en la Feria de Santiago. Con la de Valdefresno. «Este tipo de corridas sirven para mostrar la dimensión que puedes dar como torero», sentencia Manuel Escribano.

El sevillano está acostumbrado a las corridas llamadas «duras», que le han permitido mostrar algunas de sus credenciales: «Me han servido para mostrar que soy muy capaz, que no lo paso mal ante las complicaciones de los toros y que me juego la vida de verdad». No obstante, en esta ocasión, espera saborear una embestida más dulce: «Esta ganadería, al menos sobre el papel, ya es algo más suave, y en hechuras está en el tipo de Valdefresno». Independientemente de las formas, lo que le importa a Escribano es el fondo: «Tengo ya muchas ganas de torearla y de ver si me da opciones para expresar un toreo largo, puro y clásico».

Y precisamente ese concepto es el que pudo imprimir con los «doloresaguirre» en Pamplona y, hace unos días, en Saint Vincent de Tyrosse (Francia). «Este tipo de toro va muy ligado a mi toreo, porque es exigente, por abajo... y aunque sean ganaderías exigentes para los toreros, son agradecidas porque cuando sale un toro bravo te reconocen mucho el momento en el que te encuentras», asegura Escribano. ¿Y en qué momento está? «En el de enseñar mi disposición, las ganas, y que estoy al cien por cien».

Poco a poco, Manuel Escribano torea y puntúa. Pero le queda una plaza por descubrir: Las Ventas. «Después del triunfo de Sevilla estuvimos pendientes de algunas sustituciones y no tuve la oportunidad». Tras más de nueve años de alternativa, el diestro desea esa confirmación: «Espero que llegue pronto; y sé que el camino es dar la cara en todas las plazas para que la empresa crea oportuno contar conmigo», sentencia. En su mente aparece la Feria de Otoño: «sería una bonita fecha». Ahí queda.

A pesar de no haber confirmado su alternativa, la diferencia entre esta temporada y la de hace tres o cuatro años, por ejemplo, es notable. América fue, en aquel entonces, una fuente para seguir bebiendo del toreo: «Venezuela me acogió en esos momentos difíciles y pude seguir disfrutando de mi profesión», confiesa. Igual de bien se portó Francia con él: «Es un país que apostó por mí cuando vio que estaba preparado, al pie del cañón y que vivía por y para el toro», confiesa.

Tras empezar a vivir el triunfo en plazas importantes, Manuel Escribano tiene como objetivo inmediato «seguir avanzando, evolucionando a nivel personal y profesional». Y a largo plazo, sus aspiraciones son «bastante altas». «Mi meta es mandar en el toreo y, para ello, me queda mucho por conseguir», concluye.