Toros

Valencia

Ponce: «Reclamamos libertad para ir a los toros sin que nos insulten»

El matador, que leerá hoy el manifiesto que cerrará la gran manifestación protaurina por las calles de Valencia, denuncia los ataques injustificados a la fiesta nacional. «Estamos hartos de que se utilice políticamente la tauromaquia»

Enrique Ponce, ayer, antes de torear en Illescas
Enrique Ponce, ayer, antes de torear en Illescaslarazon

El matador Enrique Ponce, que leerá hoy el manifiesto que cerrará la gran manifestación protaurina por las calles de Valencia, denuncia los ataques injustificados a la fiesta nacional. «Estamos hartos de que se utilice políticamente la tauromaquia».

Opiniones de: Agustín DÍAZ YANES, Antonio GALA, Jaime URRUTIA, Juan ECHANOVE, Luis LANDERO y Albert BOADELLA

Ante los constantes ataques en contra de la fiesta taurina, un espectáculo reconocido en España como cultura, los aficionados y profesionales del sector han decidido responder con una jornada de reivindicación que incluye una marcha por calles del centro de Valencia. La cita, hoy, coincide además con un evento tan importante y multitudinario como la feria de Fallas, y es una ventana abierta a la libertad y al derecho que los profesionales tienen a trabajar en una actividad constituida legalmente en nuestro país, y a los aficionados a acudir libremente a disfrutar de un espectáculo taurino.

Más de 8.000 peñas procedentes de toda España ya han asegurado su presencia hoy en Valencia, así como numerosos personajes del mundo taurino, como matadores –Enrique Ponce, El Juli, Manzanares, José Tomás, El Soro, Castella, Espartaco, Barrera...–, ganaderos –Adolfo y Victorino Martín, Victoriano del Río, Álvaro Núñez del Cuvillo, José Moya, Ricardo Gallardo, Daniel Ramos, Pedro Jovani...–, empresarios y apoderados –Simón Casas, Nacho Lloret, Alberto Ramírez, José Luis Lozano...– y, naturalmente, miles de aficionados, que dejarán claro que la fiesta de los toros forma parte importante de la historia de nuestro país y es una clara manifestación de nuestra cultura.

Enrique Ponce, que será quien, al finalizar esa marcha, y desde uno de los balcones del coso de Monleón, lea un manifiesto en el que se exige libertad y respeto y se recuerda el arraigo y tradición de este espectáculo en nuestro país, piensa que esta acción es importantísima:

–Por supuesto, hay que salir a la calle para que se nos oiga, para que sepan que estamos ahí. Es algo muy importante no sólo para el sector, tanto para los festejos en la plaza como para los bous al carrer, sino para toda la sociedad española. Pedimos respeto y libertad para ir a los toros sin que nadie nos insulte o nos ataque.

–¿Qué dice el manifiesto que va a leer?

–Quiere reivindicar aquello que amamos, aquello que es parte de nuestra identidad, que está en nuestra historia, en la historia de nuestras ciudades, de nuestros pueblos, en la historia de España, en definitiva. Los toros forman parte de nuestra tradición, de nuestra cultura. Estamos hartos e que la tauromaquia se utilice como arma arrojadiza políticamente.

–¿Cómo se ha podido llegar a este punto?

–Sobre todo porque los antitaurinos se han movilizado mucho. Siempre ha habido gente a la que no le gustaban los toros, pero ahora hay a quien le moleste que a los demás les guste. Cada vez sus ataques son más agresivos, con insultos y una gran falta de respeto y nosotros lo que queremos reivindicar también que quien ama al toro bravo somos nosotros.

–Hay que recordar que los toros,, tras el fútbol, son en España el segundo espectáculo en cuanto a número de espectadores.

–Efectivamente, son muchos millones de espectadores los que acuden cada temporada a las plazas. Con todo lo que eso supone.

–Y que aportan a las arcas estatales un buen número de millones al año. Por no hablar de la cantidad de puestos de trabajo que genera.

–Claro, es que hay mucha gente que vive de los toros, directa o indirectamente. Y el impacto económico que genera una feria taurina en la ciudad donde se celebra es brutal. El otro día estuve en Santander y el alcalde, que no es que sea muy aficionado, pero reconocía que los toros generaban en esa ciudad, en los cuatro o cinco días que dura su feria taurina muchísimo más dinero que un concierto de Bruce Springteen, por ejemplo, y hablaba de que los toros, en esos cuatro o cinco días, había generado alrededor de siete millones de euros para la ciudad. Que no es ninguna tontería. Imagínate la feria de fallas, en Valencia, la de Sevilla... que no es ningún capricho

–Aunque, a lo mejor es que ni habría que llegar a tocar esos extremos. ¿Por qué hay que ir a prohibir algo que gusta a tantos millones de personas por que a otros no les guste?

–Es que es eso lo que no entiendo. O sí lo entiendo, porque lo propicia un político y lo hace porque sí ¿Qué presión tiene el alcalde de Bogotá para prohibir los toros, para suprimir los toros y cerrar una plaza en la que se meten dieciocho mil personas? Hay que evitar que cosa así sucedan.

–Está claro que hay intereses políticos para pretender la abolición de la tauromaquia.

–Eso es clarísimo, y lo que no queremos es que cada vez que haya un alcalde nuevo o un nuevo presidente de una comunidad, o un gobernante nuevo y que trate a los toros a su antojo, como hizo Bildu en San Sebastián o están haciendo en muchos pueblos de Valencia, donde hay tanta tradición a los «bous al carrer» y ahora llegan alcalde de estos nuevos partidos y los prohíben porque a ellos no les gustan y les da igual lo que piensen miles de personas. O lo que ha pasado en Cataluña, o lo que ha pasado en Bogotá...

–¿Cómo convencería Enrique Ponce a los antitaurinos no ya para que vayan a los toros, sino para que cesaran en sus ataques y campañas en contra?

–Pues con todas estas razones, por historia, cultura, tradición, economía...

–En los últimos años parece que haya una corriente de opinión que quiera identificar a todo lo que tenga que ver con el mundo del toro con la derecha más cerril e intransigente.

–Ahí es donde acaba toda esa politización. Pero nunca ha sido así. Esto es una cuestión de afición, de sentimientos, no de política.

–Hace unos días falleció Antoni Asunción, ministro que fue de Interior y presidente de la Diputación de Valencia. Fue miembro del PSOE desde joven y un firme defensor de la tauromaquia. Los nuevos partidos de izquierda deberían tomar nota.

–Y muchos otros. La izquierda nunca ha atacado a la tauromaquia. Ahora sí, ahora hay una izquierda radical antitaurina que se opone totalmente a los toros y otra que se abstiene, como el PSOE y eso hace mucho daño.

–Decía Mariano Tomás Benítez, un ilustre magistrado y brillante escritor taurino, que no se puede juzgar lo que se desconoce.

–Y tiene toda la razón. Los antitaurinos no saben de qué va el mundo del toro y le asignan a ese animal unos sentimientos que no tiene, equiparándole a los humanos. El toro, genéticamente, está condicionado para atacar, y por eso se torean toros, por eso hay corridas. ¿En qué cabeza cabe que se torease a una cabra o se banderillease a una oveja? No tiene sentido.

–¿Habría que exigir de la Administración una mucha mayor implicación en la defensa del espectáculo taurino y todo lo que gira a su alrededor, en su protección?

–Totalmente. Esa es la base de todo. Ahí está la clave y ahí está el origen de esta manifestación. Tenemos que hacer ver a los gobernantes que no pueden quitar los toros, que no pueden cometer ese error tan tremendo. Ahí está, por ejemplo, el caso de Quito, donde prohibieron la muerte del toro en la plaza y su feria dio un bajón grandísimo. Ellos sabrán lo que han dejado de ingresar por eso.

–En las manifestaciones de este tipo celebradas anteriormente, en Castellón, Albacete o Valladolid, se echó en falta la presencia de gente del toro y, sobre todo, de las figuras. En esta manifestación, por fin, ha habido mucha más unión y sí que estarán las figuras.

–De hecho yo he dejado de torear un festejo por estar en Valencia ese día 13. Yo tenía que torear en Granada un festival que organizo desde hace 20 años y ahora lo hago con El Fandi, pero nos hemos dado cuenta de que hay que estar en Valencia para defender esta causa. En ese aspecto sí que hemos avanzado.

–Y a partir de este 13-M, ¿qué va a pasar? ¿Cómo crees que va a evolucionar esta cuestión, peligra el futuro para los toros?

–Vamos a ver qué repercusión tiene todo esto, las cosas se consiguen poco a poco, y de momento ya se ve que hemos logrado unirnos todos, aficionados, profesionales, todos, para este acto. Esto va cada vez mejor y la gente está cada vez más concienciada. Vamos a ir todos juntos, con educación y respeto a defender lo nuestro.

Será el próximo sábado cuando Enrique Ponce se vista de luces junto a El Fandi y Cayetano Rivera para torear en Fallas. Pero ya mañana, el diestro, nacido en la localidad valenciana de Chiva, estará en la capital del Turia para secundar la manifestación protaurina. Ningún torero se identifica tanto con Valencia y sus Fallas como Ponce, que lleva 21 años ininterrumpidos acudiendo al coso de Monleón, un total de 55 paseíllos en Valencia a lo largo de su carrera, que arrancó con la alternativa en 1990. Es el predilecto del público valenciano, a quienes ha brindado tardes de gloria: en torno a 60 orejas ha cortado ante su afición. A pesar de todo el tiempo transcurrido en el mundo agotador del toro, a sus 44 años, el incombustible Ponce confiesa encontrarse en un momento dulce. Arropado siempre por su esposa, Paloma Cuevas, Enrique Ponce es asimismo una cabeza visible del mundo del toro, uno de sus grandes embajadores a la hora de defender y reivindicar este arte. Y ello, además, por sus contactos en el ámbito de la cultura, su amistad con grandes figuras como Julio Iglesias o Mario Vargas Llosa. Nadie mejor que él para leer un manifiesto con profundo sentido cultural en favor de la fiesta en su propia ciudad.