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¿Qué importarán los toros en Cataluña?

La fundación presenta en Olot, Gerona, los permisos para celebrar un festejo taurino y devolver los toros a Cataluña

Monumental de Barcelona
Monumental de Barcelonalarazon

Con la legalidad debajo del brazo se han ido hasta Olot con la ambición de que los toros vuelvan a Cataluña la Fundación y asociaciones catalanas. Barcelona, con la propiedad de la preciosa Monumental cerrada a cal y canto, la Fundación, Abel Robles y compañía, han centrado el tiro en Olot, la plaza más antigua de Cataluña, bien conservada, y con independentistas a cargo de su ayuntamiento. A decir verdad nada nuevo bajo el sol. Hace ya quince años que Olot, ante las presiones de los nacionalistas se declaró villa antitaurina. Al ser plaza pública, con la legalidad de que el Tribunal Constitucional declarase las corridas de toros legales en Cataluña y aún más cercano el caso de Villena, donde el consistorio se negó y el Tribunal de Alicante le ha negado la potestad para hacerlo o más de lo mismo en el invento de los toros a la balear que llenaron titulares en los últimos tiempos, la legalidad abre las puertas a la tauromaquia en la plaza de toros de Olot. En Gerena. En Cataluña, donde además cuentan con torero de la tierra, Abel Robles que hace poquito tiempo sufrió un avatar de la vida y un ictus le puso entre las cuerdas. De esas que un poco más y no hay retorno.

Un retorno que siguen buscando los taurinos en tiempos difíciles. ¿Qué importarán los toros en Cataluña cuando se han enquistado tantísimas cuestiones básicas que hacen imposible en muchas ocasiones hasta la convivencia entre unos y otros? Catalanes todos. El pulso está echado. La petición solicitada en el ayuntamiento de Olot para la celebración de un festejo taurino, con tres fechas propuestas, los pasos a este lado de la trinchera dados. No será el camino fácil, suponemos. Y huele a poco toro por ahí arriba salvo si hablamos de los "correbous", que la cosa cambia. Tanto como para recordar a la frágil memoria que el mismo día que se prohibían las corridas de toros en Cataluña se blindaban los toros por las calles. Un canto a la hipocresía que recorre esta piel española. No se queda allá arriba. Unos luchan por la nostalgia de aquellos tiempos que fueron mejores, otros el amparo de la ley... el tiempo irá poniendo todo en el sitio. Los toros importan, para aquellos que no olvidan. El pulso está echado.