Ferias taurinas

Regreso triunfal de Manolo Sánchez

El torero dejó algunas verónicas con sello en su vuelta a los ruedos con «Galopón». Toro flojo con el que el vallisoletano hizo un esfuerzo. Firmó buenos pasajes sobre la diestra y lo cazó con la espada tras un pinchazo

Enrique Ponce y Manolo Sánchez salen por la Puerta Grande de Valladolid
Enrique Ponce y Manolo Sánchez salen por la Puerta Grande de Valladolidlarazon

El torero dejó algunas verónicas con sello en su vuelta a los ruedos con «Galopón». Toro flojo con el que el vallisoletano hizo un esfuerzo. Firmó buenos pasajes sobre la diestra y lo cazó con la espada tras un pinchazo.

Muy cariñoso estuvo el público toda la tarde con el torero de la tierra, al que arroparon en todo momento. Manolo Sánchez recibió una cerrada ovación, que recogió desde el tercio, al finalizar el paseíllo de un festejo en el que molestó mucho el viento. Ponce abrió fuego con un toro de excelente embestida, aunque impresentable de pitones. El de Chiva, que había brindado a su compañero de cartel, ejerció su magisterio en una faena cadenciosa, preñada de torería.

Ponce fue haciendo al tercer toro sin llevarle la contraria, en un trasteo de menos a más, aunque perdió los papeles con el descabello.

Noble toro fue el quinto, con el que el valenciano hizo una faena de templada arquitectura y soberbio volapié. Paseó dos orejas.

Manolo Sánchez dejó algunas verónicas con sello en su vuelta a los ruedos con «Galopón». Toro flojo con el que el vallisoletano hizo un esfuerzo. Firmó buenos pasajes sobre la diestra y lo cazó con la espada tras un pinchazo.

Sánchez se las vio con el cuarto, un toro deslucido. Ligó sobre la diestra en varias tandas y dejó una estocada entera y atravesada. Pero anduvo desacertado con el descabello y escuchó los tres avisos.

El sexto fue un toro muy distraído en los primeros tercios, sin embargo, en la muleta rompió a embestir. Sánchez, se desquitó del mal trago anterior con un toreo al natural de mucha calidad. Aprovechó la boyante embestida de “Esparramitón” para cortarle las dos orejas y abrir la puerta grande.