Pamplona

San Fermín, la reválida de Juan del Álamo

Tras su debut de 2013, el torero de Ciudad Rodrigo repite en Pamplona con la vitola de sus triunfos en San isidro presente en la afición y «deseoso de seguir dando mucho que hablar»

Juan del Álamo se perfila para la suerte suprema en la pasada Feria de San Isidro
Juan del Álamo se perfila para la suerte suprema en la pasada Feria de San Isidrolarazon

Juan del Álamo se ha convertido por derecho propio en uno de los nombres propios de la temporada taurina. Sus triunfos en San Isidro, donde fue designado por la gran mayoría de los jurados como el Torero Revelación de la feria, hacen que el diestro mirobrigense acapare buena parte de los focos del inminente San Fermín, donde repite tras debutar la temporada pasada. Recién aterrizado de una bonita experiencia en tierras peruanas, Del Álamo lo tiene claro, en Pamplona, «hay que seguir dando que hablar».

–El 2014 está siendo el año de su confirmación y está superando la reválida con creces.

–Estoy satisfecho con la temporada, pero lógicamente quiero más. Soy ambicioso. No soy un ignorante para no comprender y reconocer el panorama actual de las ferias, así que con la reducción de festejos que existe creo que podemos hablar de una temporada extraordinaria. Le pondría el pero de que no estoy toreando mucho, sin embargo la intensidad de mi toreo sí está respondiendo como quiero. Cada tarde ha tenido matices diferentes que me han servido para crecer.

–Madrid ha tenido mucho que ver.

–Prácticamente todo. Mi paso por San Isidro ha servido para revalorizar mi carrera, le ha dado un impulso crucial. Esos dos toques de atención, unidos a la buena confirmación de alternativa en Nimes, me han relanzado como torero. Cada tarde allí me he sentido más querido y eso da mucha seguridad a uno mismo. El primer día, sobre todo, se vio la dimensión que quiero para mi futuro. Todo fue muy a mi estilo: la personalidad con la que estuve en el ruedo, la largura de los muletazos, el esfuerzo que hice, la claridad de ideas...

–Entonces, ¿volverá en Otoño?

–Me gustaría regresar pronto, cuanto antes. Siempre fue una plaza en la que deseo torear, así que ahora que me lo está dando todo, todavía con más motivo. Quiero seguir dando pasos adelante en mi trayectoria y, en Madrid, cada paseíllo es un escalón más subido de golpe.

–Y a la vuelta de la esquina, el miércoles, Pamplona.

–No oculto que San Fermín me quita el sueño desde hace varias noches. Es una cita de responsabilidad y trascendencia internacional. Este año doy un paso más. Van cayendo y contando los triunfos, y se nota, por ejemplo, en que este año repito en un cartel mejor colocado –junto a Padilla y Fandiño con toros de Victoriano del Río– que el año pasado. Tengo ganas de que se siga apreciando una evolución y dando que hablar en la plaza.

–¿Es de los que se anima con el madrugón y la carrera en el encierro?

–No me gusta ver los toros antes de saltar a la plaza, así que imagino que haré como la temporada pasada...Quedarme en la cama y descansar. Ya los veré de cerca y, para mí solo, por la tarde.

–¿Es partidario de que el toro corra por la mañana en las calles a pocas horas de ser lidiado?

–No lo veo mal. Pamplona se basa, sobre todo, en el encierro. Es importante que cada feria tenga su personalidad, porque, al final, es lo que hace afición y arrastra al público. Siempre que se haga con respeto al toro, la tradición debe seguir su curso.

–Habla de respeto, algunos compañeros evitan cada julio Pamplona precisamente por la falta del mismo desde el tendido. ¿Lo comparte?

–Hay que aceptarlo, ya digo va con la personalidad de cada plaza. Mi experiencia del debut es que sí fue de los paseíllos más duros del año. Había muchísimo jaleo y ruido, me costó bastante concentrarme y, por momentos, no me sentía realizado, pero todo eso hay que suplirlo con más trabajo de concentración. Llegar más mentalizado y con la cabeza fría, porque también hay una afición extraordinaria y muy entendida en los tendidos de sombra.