Toros
Tres héroes a caballo en el barrizal
Estoico esfuerzo de Hermoso de Mendoza, Galán -que debió salir en hombros- y Lea Vicens bajo el aguacero, a oreja por jinete, con una notable corrida de Capea en Madrid
Estoico esfuerzo de Hermoso de Mendoza, Galán -que debió salir en hombros- y Lea Vicens bajo el aguacero, a oreja por jinete, con una notable corrida de Capea en Madrid.
Las Ventas (Madrid). Vigesimosexta de San Isidro. Toros de Carmen Lorenzo y El Capea (5º y 6º), de correcta presentación. Nobles, con fijeza, ritmo y transmisión, salvo el 4º, aquerenciado, y el 5º, agarrado al piso y midiendo en sus arrancadas. Lleno aparente.
Hermoso de Mendoza, pinchazo, medio rejón trasero y caído. (saludos); buen rejón, de efecto fulminante (oreja).
Sergio Galán, rejón trasero y caído (oreja); pinchazo, rejón atravesado (saludos).
Lea Vicens, dos pinchazos, rejón entero (saludos); rejón muy trasero (oreja).
Fue asomar Lea Vicens por la puerta del patio de caballos y empezar a caer astillas de lluvia del cielo. Ya no grises, azabache puro, los nubarrones que zurcían el cielo. Rayos reverberando a cada minuto. Descargó con virulencia sobre Madrid en la tercera de rejones de la isidrada. Paridad en los trofeos. Una oreja para cada uno de estos tres héroes a caballo en el barrizal que fue ayer el ruedo de Las Ventas con una interesante y notable corrida de Capea. Lea se dejó crudito a ese tercero en pleno tormentón. Un sólo rejón de castigo, sobre “Bach”. Luego, con “Bético” dejó una buena faena, que mantuvo a la gente fija bajo el paraguas a pesar del aguacero. Cosido al estribo llevó las embestidas de otro toro de buena condición. Entre los dos pinchazos previos al más de medio rejón posterior y que la gente se asía a los paraguas por el diluvio, la oreja se fue al limbo. Saludos. Volvió a dejarse por hacer al sexto -otro toro cornidelantero, de buenas hechuras y con cuello, como sus hermanos- Para exprimirlo después en una lidia en la que empleó hasta seis de sus caballos. Quiso mucho toda la tarde la gala, aunque clavó más desigual en este toro. Hubo pasajes de gran conexión con el tendido sobre “Gacela” y “Bazuka”. Se adornó con “Jazmín” haciendo el balancín. El rejón cayó muy trasero, pero el público quiso premiar el conjunto de su tarde y se le concedió un trofeo que mereció más en su primero.
Hermoso de Mendoza paseó su oreja del aquerenciado cuarto. Barbeó lo suyo de salida y el navarro, que lo había recibido con “Barrabás”, tuvo que tirar de la gran estrella de su cuadra. “Disparate” se encargó del resto. Enceló él solo al toro en una labor de tremendo mérito porque al de Carmen Lorenzo le costaba un mundo salir de esa querencia. Para entonces, el ruedo ya era un barrizal impracticable. Poco a poco, lo fue haciendo hasta meterlo en el canasto. Faena de figura del rejoneo. Aunque le faltaba celo al toro, templó muchísimo con la “hermosina” cambiando de pista alternativamente de costado. Importante. El rejón, perfecto, en el sitio, de efecto fulminante. Oreja. Había roto plaza un astado de Carmen Lorenzo que tuvo fijeza y buen tranco. Hermoso de Mendoza lo enceló con “Alquimista”, sobre el que dejó dos rejones de castigo. Lo templó mucho sobre “Berlín” con el que llevó cosidas las embestidas del astado. A milímetros. Le fue ofreciendo uno y otro costado en un palmo de terreno. Los cambios de pista, auténticos muletazos a caballo con un toro de gran clase. Tiró después del bayo “Ícaro” para darle los pechos con enorme plasticidad con el burel ya más aplomado. El carrusel de cortas con “Pirata” terminó de poner la oreja en su mano, pero ese dichoso rejón, sin el que tendría unas cuantas Puertas Grandes más en Madrid, volvió a estar romo. Saludos.
A portagayola esperó Sergio Galán al segundo con “Amuleto” hasta pararlo en un palmo de terreno. Tuvo celo y transmisión el “Murube” y lo aprovechó el manchego que dejó un tercio de banderillas lleno de pureza y temple con “Ojeda”, una de las grandes estrellas de su cuadra. Citando de frente, de lado a lado de la plaza y batiendo al pitón contrario. Con “Titán” dejó un puñado de giros inverosímiles en la misma cara del toro. Noble y colaborador. El par a dos manos, sobre “Apolo”, en una moneda. Soberbio. Tras las cortas con “Óleo”, dejó un rejón entero, aunque trasero y caído. Oreja de ley. Se le escapó la Puerta Grande en el quinto, el toro de peor condición del encierro, muy agarrado al piso y midiendo. Intentó incluso saltar al callejón. Galán expuso mucho tanto sobre “Embroque”, con el que le ofreció siempre los pechos de la montura, como a lomos del precioso perla “Apolo” con el que dejó sendos pares a dos manos de enorme pureza, dando todas las ventajas al toro. Con la faena hecha y conquistado el tendido, pinchó antes de clavar medio rejón atravesado y algo delantero. Cierto. Pero con petición mayoritaria y, sobre todo, en las condiciones que estaba el ruedo, seguramente, faltó algo de esa sensibilidad -que además don Justo suele tener- desde el palco, que optó por un final democrático: a oreja por jinete.
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