Ferias taurinas

Ginés Marín sale a hombros en el inicio de Hogueras

Ginés Marín, en imagen de archivo, sale por la Puerta Grande de Alicante
Ginés Marín, en imagen de archivo, sale por la Puerta Grande de Alicantelarazon

La dureza y la competencia desatada en lo que va de temporada hizo que en la corrida inaugural de la feria de Hogueras sólo se mantuviese, al final, a uno de los tres nombres anunciados originalmente en el cartel: López Simón, dadas las cornadas sufridas por Román y Pablo Aguado, hicieron imposible su presencia en Alicante, siendo sustituidos por David de Miranda y Ginés Marín, que entró muy a última hora supliendo a Aguado y acabó siendo el triunfador de la tarde y el primer gran destacado del serial. El destino tiene estas cosas. Y también influyó, claro, el que se lidiase un muy bien presentado encierro de El Parralejo, justo de fuerza pero noble y muy aprovechable para sus matadores.

Fue Marín quien se llevó la primera oreja del abono tras acabar con su primero, un toro no sobrado de fuerza pero noble y manejable con el que se lució ya al torear de capa. Inició su faena de muleta con pases cambiados por la espalda de rodillas y en el platillo del ruedo, dando, ya en pie, mucha distancia y sitio a su oponente, al que dejó respirar tanto como este al torero. Al natural le costó más y volvió al pitón derecho y a los adornos para calentar el ambiente antes de dejar una estocada contundente y suficiente.

Trató de dar mucho espectáculo con el quinto, tirando de repertorio al torear de capa, en un ejercicio de generosidad para con el público. Aguantó el astado en el último tercio otra faena larga y rápida, ejecutada a tirones y muy de cara al tendido, que le procuró la puerta grande al matarotra vez con eficacia.

También debutaba en esta plaza y feria el onubense David de Miranda, que se estiró al torear de capa al tercero. Firme y dispuesto, muy vertical ante un toro que aún rebrincado fue embestidor y al que no acabó de coger el ritmo, permitiendo enganchones y poca limpieza en sus muletazos. Con la izquierda hubo más sintonía pero no perseveró por ese lado.

El sexto se arrancó de lejos al caballo y empujó y peleó con ganas en el peto, pero en la muleta buscó rajarse enseguida. De Miranda no se aclaró y además mató mal, siendo incapaz de acabar con el toro antes de que sonasen los tres avisos.

López Simón se llevó otra oreja del cuarto, alto y engallado que manseó en el caballo pero que llegó a la muleta embistiendo con presteza y prontitud. Toreó el madrileño con templanza y suave cadencia, ligando y llevando muy toreado al de El Parralejo, haciéndolo al natural con largura y profundidad.

Anduvo muy por encima de su primero, un ejemplar tan dócil y noble como blando y justo de fuerza, con el que compuso un trasteo templado y sobrado pero que alargó en demasía, sonando un aviso antes de que doblase el toro y enfriando a la gente.

Alicante, 21 de junio. Primera de feria. Media entrada.

Toros de El Parralejo, bien presentados, justos de fuerza pero nobles y manejables.

López Simón (de perla y oro), entera tendida y trasera, silencio con aviso; entera trasera y contraria, oreja tras otro aviso.

Ginés Marín (de verde botella y oro,) entera, oreja; entera, oreja con aviso.

David de Miranda (de verde botella y oro), pinchazo y estocada baja, palmas; entera atravesada, tres pinchazos y trece descabellos. Silencio con tres avisos.

De las cuadrillas destacaron Yelco y Rafael Carbonell.