Toros

Valencia

Un seísmo con epicentro en Perú hace temblar al escalafón

El diestro Andrés Roca Rey, con tres orejas, pone del revés la feria de Fallas

Estocada al recibir de Roca Rey al cuarto de Victoriano del Río, en la séptima función de Fallas
Estocada al recibir de Roca Rey al cuarto de Victoriano del Río, en la séptima función de Fallaslarazon

Valencia. Séptima de la feria. Se lidiaron toros de Victoriano del Río-Toros de Cortés, serios y bien presentados, pero rajados y de poco juego. De las cuadrillas destacaron Iván García y Valentín Luján. Casi lleno.

Alejandro Talavante, de azul noche y oro, entera (ovación con aviso); tres pinchazos y descabello (silencio con aviso); y entera (oreja).

Roca Rey, de esmeralda y oro, entera (ovación); entera (dos orejas); y entera (oreja tras aviso).

Parte médico del banderillero Santiago Acevedo: «Cornada en el glúteo izquierdo con 25 centímetros de trayectoria ascendente, que diseca tejido celular y llega hasta las últimas vértebras, sin lesiones. Trasladado a la Clínica La Salud para seguimiento y TAC. Pronóstico reservado».

La Feria de Fallas, tras una primera parte en la que hubo notas de interés a diario, explotó finalmente en la séptima función del abono. Y el detonante fue un torero peruano, afincado en Sevilla y que va a poner a cavilar al toreo. Es un diestro de un valor superlativo y genuino. Sabe lo que lleva entre manos y piensa ante la cara del toro. Tiene variedad –intervino en todos los quites, en los que hizo cosas distintas–y recursos como un prestidigitador. Frescura. Templa muy bien. Con la espada es certero –ayer, por ejemplo despachó su lote con tres estocadas– y, además, no se aburre de estar delante de sus oponentes. Su actuación en Valencia debe ser el punto de arranque de una temporada en la que él pinte mucho, siendo, con diferencia, lo mejor de la tarde. Y eso que que el ganado no ayudó. El encierro de Victoriano del Río, con tres ejemplares, primero, cuarto y quinto, con el hierro de Toros de Cortés, tuvo tanta seriedad como mansedumbre y ayudó poco a sus diestros.

El festejo empezó con drama, cuando Santi Acevedo fue corneado de mala manera por el primero al perder pie y caer tras un par de banderillas. Hubo que esperar luego a que apareciese el cuarto para que la corrida se fuese arriba. Pocos daban un duro por ese toro, que salió rebotado de un caballo a otro y huyendo de todos, pero Roca Rey brindó a la concurrencia y comenzó su faena con tres pases cambiados por la espalda y una arrucina escalofriantes, con los pies clavados al suelo, ligando los muletazos en un palmo de terreno y toreando en redondo con una facilidad pasmosa. Le dio igual que su oponente buscase rajarse: no le dejó y lo sacó de nuevo al tercio, toreando ahora al natural con una lentitud increíble, una limpieza exquisita y un temple extraordinario, haciéndolo todo por bajo y con un mando absoluto, dejando ver a un torero capaz y de una grandísima proyección. Citó a recibir y cobró una estocada en todo lo alto que le abrió la puerta grande y le coloca ya entre lo a tener muy en cuenta, no sólo en esta feria. Redondeó su triunfo con el sexto, al que recibió con lances de frente por detrás, un farol invertido y una revolera. También este astado se rajó enseguida y él tiró ahora más por lo tremendo, obligando a su oponente a dar la cara y rebañando otra labor en la que no dejó nada sin hacer.

El segundo, parado de salida y sin querer saber nada de los caballos, sembró el pánico entre el peonaje, incapaz de pararle, y hasta intentó saltar en el segundo tercio. Para colmo, enseguida se fue a chiqueros pero Roca Rey lo fijó pronto a su muleta, un imán para un toro que acabó asustado ante la demostración de valor y firmeza de su matador que terminó exprimiéndole ya en tablas.

Suficiencia y autoridad

Ante el seísmo peruano, Talavante salió muy arreado con el quinto, que derribó estrepitosamente a caballo y picador y se hincó de rodillas para abrir su tercera y última faena. Era su último cartucho y no quiso desaprovecharlo, volviendo a repetir la apertura tras ser achuchado en el primer intento. Ahora si lució con la derecha y en los redondos ya erguido, sacando varias tandas de corte impecable por ese lado, muy terne e inmóvil, dejando ver suficiencia y autoridad. Por el pitón izquierdo encontró más dificultades y el astado le protestó mucho. Pese a que la estocada cayó baja, se le concedió una oreja. Antes dejó dos trasteos muy bien intencionados, intermitentes, con muletazos de excelente trazo, pero consintiendo enganchones y muchos sobresaltos.

Fue el de ayer también un festejo complicado para los de plata, que tuvieron que vérselas con ganado que hizo hilo, esperó y apretó, destacando en su cometido, tanto en la brega como con los rehiletes, dos estupendos profesionales, Valentín Luján e Iván García, que ha comenzado su nueva andadura con muy buen pie.

El cartel de hoy

Matinal: Novillos de Nazario Ibáñez para Ramón Serrano, de la E. T. de Murcia; Juan Pedro García «Calerito», de la E. T. de Sevilla y Alejandro Contreras, de la E. T. de Valencia.

Vespertina: Toros de Garcigrande y Domingo Hernández. para El Juli y López Simón.