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Ferias taurinas

Ventura llega al triunfo excelso después de un solo de ensayo general

El rejoneador sale a hombros tras cortar dos orejas del sexto, premiado con la vuelta al ruedo, en una encerrona que se le resistió hasta el final en Las Ventas

El rejoneador Diego Ventura sale a hombros en la Monumental de Las Ventas, en Madrid / Foto: Efe
El rejoneador Diego Ventura sale a hombros en la Monumental de Las Ventas, en Madrid / Foto: Efelarazon

El rejoneador sale a hombros tras cortar dos orejas del sexto, premiado con la vuelta al ruedo, en una encerrona que se le resistió hasta el final en Las Ventas

Le esperaba su cuadra estratégicamente situada sobre el albero de Las Ventas a la salida del jinete. El único. A su escenario salió Diego Ventura para encarar la gesta madrileña con seis toros y tres ganaderías. La de Ángel Sánchez y Sánchez, habitual entre sus festejos, dos de Miura y otro par de Cortés de Moura. El rejoneador en solitario en la plaza madrileña, de donde ha salido en hombros un total de dieciséis ocasiones, hasta ayer. Impensable para los toreros de a pie alcanzar estos números. Ni procede. Son espectáculos distintos y paralelos. En el solo se le resistió y hubo de esperar al sexto para la explosión, pero esta fue muy auténtica y emocionante con un toro de Guiomar premiado con la vuelta al ruedo.

Con “Aldeanito” abrió la tarde, de Ángel Sánchez, después de darse esa vuelta al ruedo de cortesía, a plaza llena. El lujo por Otoño. Buena feria. Ha funcionado en taquilla el invento del bombo de Simón, que anda en búsqueda de un tecla que pueda alargar la magia allá por la interminable feria de San Isidro y Ventura llenó la plaza para el solo del rejoneador. Discreta fue su primera labor a un toro de buena condición, que colaboró con el torero. Fue el precalentamiento de la tarde. Su tarde. A la puerta de toriles se fue a recibir al segundo, garrocha en mano, y terciado de presentación el de Miura, más en novillo que en toro. Le apretó el Miura no tanto por el ímpetu, que no tuvo, sino por la manera de acudir a las cabalgaduras, buscando siempre el camino más corto. Ventura, en esas, optó por la conquista del público con el descaro, los desplantes y deslumbrando con los caballos más que en el toreo. De ahí que la cosa no calara.

Apuró ya con el tercero, rajadito pero noble, y con el que se ajustó mucho en los encuentros, en varias ocasiones demasiado, en busca de la conexión con el público que todavía no había encontrado. Al quiebro y al violín, así con las cortas. Más bravucón que fluido, pero queriendo que no se le escapara una tarde tan importante.

En la segunda parte de la función, con el cuarto, que de salida se rajó y no se lo puso fácil, compartió toro con el sobresaliente Juan Manuel Munera, que tiró de arrojo para sacar al animal de tablas y clavar con exposición y transmisión. Despertó la plaza en esa parte por colleras, que ocupó gran parte de la faena. Una rosa precedió al rejón, pero con dos descabellos, y la faena acabó silenciada.

Fue con el quinto, de Miura, con el que logró inaugurar el contador, que tanto se le resistía. El toro colaboró, con otros aires al anterior, y Diego Ventura pisó el acelerador, no siempre atinado, pero sí con el impulso de la ambición.

Echó el resto con “Rinconado” y ahora sí llegó la magia y la fluidez del toreo a caballo de Diego Ventura que se le había disipado durante la tarde. Una explosión, con un par absolutamente soberbio y otro en tablas, esperando al toro, que resultó volcánico. De ponerse la gente en pie, por la emoción del momento. Entró Madrid de lleno. El lío gordo armó cuando le quitó la cabezada y clavó dos banderillas a dos manos con “Dólar”, en el sitio, dejándose llegar mucho a la cabalgadura. El rejón se le fue abajo y de ahí que el premio fueran dos orejas a pesar de que hubo petición de rabo. También el toro, fiel colaborador de principio a fin, tuvo lo que se merecía. Un final feliz con vuelta al ruedo para el animal y Puerta Grande a la gesta de Ventura en este Otoño que se le puso oscuro por momentos.

Ficha del festejo.

Las Ventas (Madrid). Quinta de la Feria de Otoño. Se lidiaron toros de Ángel Sánchez, 1º, noble y colaborador; y 4º; rajadito; Miura, 2º, complicado; y 5º, manejable; María G.Cortés de Moura, 3º, rajadito y noble, y 6º, muy bueno y premiado con la vuelta al ruedo. Lleno en los tendidos.

Diego Ventura, rejón, un descabello (saludos); rejón trasero y contrario (palmas); dos pinchazos, rejón (silencio); rejón, dos descabellos (silencio); aviso, rejón (oreja); rejón bajo (dos orejas).