Las incertidumbres sobre la inflación podrían retrasar la rebaja de los tipos de interés

El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo en su última reunión los tipos de interés sin cambios, abriendo la puerta a posibles recortes a partir del segundo semestre del año. Sin embargo, aún son muchas las incertidumbres que se ciernen sobre la economía y que pueden dar lugar a nuevas tensiones inflacionistas, retrasando el cambio de sesgo de la política monetaria. Así lo advierte Singular Bank en su informe semana “Economía en singular”. La entidad destaca que la flexibilización de la política monetaria del BCE estará principalmentemarcado por la evolución del nivel deprecios de la Eurozona en los próximos meses. Junto a la tendencia del mercado laboral y de los salarios, será clave el impacto delas actuales tensiones geopolíticas y de la sequía global. Los datos de enero de losPMIs adelantados de Alemania, Francia y ReinoUnido han reflejado la creciente preocupación de los gestores de compra del sector manufacturero sobre la situación del mar Rojo,señalando el repunte de los costes de transporte y el retraso del suministro de algunos insumos, que han provocado el parón de laproducción en algunas factorías automovilísticas en el continente europeo.

“De esta forma, el escenario geopolítico de Ucrania y Oriente Medio, unido a las consecuencias de El Niño en el Canal de Panamá yen las cosechas de materias primas agrícolas e industriales, podrían generar nuevas perturbaciones de oferta y provocar un nuevorepunte de los costes de producción. Un escenario que, de materializarse, podría retrasar la rebaja de los tipos de interés oficiales enla Eurozona, proyectada a priori a partir del próximo mes de junio”, indica el análisis.

Singular Bank señala que, al igual que el pasado, este inicio del año sigue marcado por elevados niveles de incertidumbre, que parecen confirmar que “nos enfrentamos a una era de volatilidad y de reinvención constante, mientras que las perspectivas económicas proyectan un escenario de desaceleraciónglobal. “A medida que las tensiones en Oriente Medio siguen escalando y generando una creciente preocupación sobre sus consecuenciassobre la estabilidad de la región y sus implicaciones socioeconómicas, no cabe duda de que la actual complejidad geoeconómicaperfila un mundo cada vez más multipolar que han comenzado a permear en las decisiones de inversión y empresariales, y queprevisiblemente impactará en la senda económica de esta década”, añade.