El chequeo de la cosa
Inteligencia Artificial
Con los nuevos avances, ningún empleo está a salvo. La IA puede incluso relevar a los pintores
Una de las más prestigiosas escuelas de negocios del mundo es la estadounidense Wharton, de la Universidad de Pensilvania. Sus MBA y programas ejecutivos son de los más solicitados. No es de extrañar, pues abren las puertas a alguno de los puestos de dirección más atrayentes del planeta. Ahora, lo que han hecho ha sido cerrarlas de golpe con un trabajo inteligente y, a la vez, arriesgado. Un profesor de la Wharton, Ethan Mollik, decidió crear una empresa nueva utilizando diferentes herramientas de Inteligencia Artificial. En apenas media hora, obtuvo el nombre de la compañía, una campaña de publicidad, vídeos de promoción y, de regalo, una página web. Si Mollik hubiera elegido a sus alumnos de la Wharton School of Business, a los que da clase, todas estas tareas habrían consumido varias jornadas de trabajo. Es la demostración más evidente de cómo va a influir la IA en el mercado laboral. Ningún puesto de trabajo estará a salvo. En las últimas décadas, los empleos más afectados por la robotización han sido aquellos repletos de acciones repetitivas, de escasa creatividad y bajo nivel educativo. Esto se ha terminado. La Inteligencia Artificial puede relevar al más pintado, incluso a los pintores. Los programas artísticos están capacitados para elaborar un cuadro con el estilo que se desee, ya sea cubista, expresionista o impresionista e, incluso, al modo alto directivo empresarial.
Tang Yu, consejera delegada de NetDragon Websoft, una compañía china que fabrica juegos para móviles, ha demostrado que se puede sustituir a cualquier persona por una máquina. Tang Yu es reconocida por su temple, precisión y frialdad en los negocios. Y, esto es así porque Tang Yu es un «CEO robot».
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