Edad y disfunción eréctil

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios, y uno de los más notorios para muchos hombres es la disfunción eréctil. Esta condición es más común en la vejez por una combinación de factores principalmente fisiológicos.

El flujo sanguíneo es vital para una erección saludable, y con la edad las arterias se suelen estrechar y no son tan elásticas, lo que impacta directamente en la función eréctil. Además, condiciones de salud subyacentes como la diabetes, la hipertensión y los problemas cardiovasculares, que son más prevalentes con los años, pueden jugar un papel en esta enfermedad.

Otro aspecto importante es el hormonal. Los niveles de testosterona disminuyen naturalmente con la edad, lo cual puede afectar tanto el deseo sexual como la capacidad eréctil. Y no se puede ignorar el impacto de la salud emocional: el estrés, la ansiedad y la depresión son huéspedes comunes en esta etapa de la vida y pueden afectar significativamente la función sexual.

Es clave, sin embargo, desmitificar la idea de que los problemas de erección son un acompañante obligatorio del envejecimiento. Muchos hombres experimentan una vida sexual plena a lo largo de los años y hay tratamientos muy eficaces y accesibles. Estos van desde cambios en el estilo de vida y medicamentos hasta asesoramiento psicológico.

Por tanto, la disfunción eréctil no solo es una señal de alerta para evaluar la salud general del hombre, sino también una condición tratable. Animo a los hombres a hablar abiertamente con su urólogo para encontrar la mejor estrategia para mantener una vida sexual saludable y plena, sin importar la edad.