Salud y bienestar

El “olor de la edad” que empieza a gestarse a los 30 años: qué es, por qué aparece y cómo atenuarlo

No es un mito ni un problema de higiene. Ese aroma tenue que asociamos a la vejez tiene explicación bioquímica y empieza a gestarse antes de lo que creemos

El “olor de la edad” que empieza a gestarse a los 30 años: qué es, por qué aparece y cómo atenuarlo
El “olor de la edad” que empieza a gestarse a los 30 años: qué es, por qué aparece y cómo atenuarloUnsplash

Con el paso del tiempo, la piel modifica su química, cambia el equilibrio de sus lípidos, descienden los antioxidantes naturales, aumenta la oxidación y se altera la microbiota cutánea. En ese escenario se liberan compuestos volátiles que ajustan nuestro olor corporal. Según explican desde Skinpharmacy, el principal implicado es el 2-nonenal, una molécula que se forma cuando la grasa natural de la piel se oxida y que olfativamente se percibe con un matiz levemente rancio.

Cuándo se nota más (y qué lo agrava)

El "olor de la edad" no aparece de golpe: se va gestando desde los 30 y gana presencia en los 40–50. Además del paso del tiempo, estrés, contaminación y alimentación deficiente aumentan la oxidación de los tejidos; ciertos fármacos y los cambios hormonales (por ejemplo, en la menopausia) pueden alterar el pH y la microbiota cutánea, favoreciendo que estos compuestos se produzcan y permanezcan más tiempo en la superficie de la piel. Todo ello explica por qué el aroma puede resultar más persistente que el olor de un sudor reciente: nace en reacciones químicas de la barrera cutánea, no solo en la sudoración.

Cómo atenuarlo de forma sensata

Desde la óptica farmacéutica no existe un "tratamiento curativo" -no es una patología-, pero sí se puede modular. Skinpharmacy recomienda limpieza suave con limpiadores tipo syndet (pH cercano al de la piel) para respetar el manto ácido y la microbiota; emolientes con acción antioxidante (vitamina E, coenzima Q10, extractos de té verde) para reducir la oxidación de los lípidos; e incorporar, cuando proceda, suplementación de antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos esenciales para apoyar los ciclos de renovación celular (siempre personalizada y valorada por un profesional sanitario).

En hábitos, ayudan los tejidos transpirables, ventilar prendas, buena hidratación, sueño regular y una dieta rica en antioxidantes (frutas -en especial cítricos-, verduras como brócoli, espinacas o zanahoria, legumbres, frutos secos, semillas y especias como cúrcuma o ajo).

Olor, edad y emoción

Más allá de lo práctico, conviene enmarcar el tema en su dimensión humana. El olor es también comunicación biológica: cambia en la infancia, la adolescencia y la vejez, y puede activar respuestas de cuidado y cercanía en el grupo. En ese sentido, hablamos de una señal natural del ciclo vital, no de un "fallo" personal.