Salud y bienestar

¿Es peligroso usar el microondas?

Es uno de los electrodomésticos más comunes en nuestros hogares, sin embargo hay que tener cierta precaución con su uso

Comida recién salida del horno (microondas)
Comida recién salida del microondasBestwattageCreative Commons

El microondas se destaca como uno de los electrodomésticos más prácticos en la cocina, permitiéndonos calentar alimentos de manera rápida sin recurrir a utensilios adicionales como ollas o sartenes. Este dispositivo resulta ideal para calentar comidas infantiles, llevar tapers al trabajo o descongelar alimentos almacenados en el congelador. Aunque los beneficios del microondas son evidentes, es necesario tener precaución en ciertas situaciones.

A pesar de que circula un mito ampliamente difundido sobre que el microondas causa cáncer, se ha demostrado científicamente en repetidas ocasiones que esta afirmación es falsa. Lo mismo ocurre con la idea de que los recipientes de plástico en el microondas son perjudiciales, una mentira que ha sido desmentida por organizaciones como Salud sin Bulos, indicando que no hay comunicado de la Asociación Americana de Médicos al respecto, y tanto la American Cancer Society como la FDA han negado tal afirmación.

Entre las razones para reducir el uso del microondas, según el portal de salud Saber Vivir, se incluyen varios argumentos. En primer lugar, se señala que puede ser una fuente de gérmenes, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que calienta de manera desigual y puede dejar "puntos fríos" donde el calor no destruye bacterias perjudiciales.

Además, se aconseja tener precauciones adicionales al calentar patatas y aceite en el microondas, ya que según una investigación de la Universidad en Jerusalén, se genera más acrilamida, una sustancia química sospechosa de ser cancerígena.

Pero, sin lugar a dudas, la verdadera razón para utilizar el microondas con precaución radica en los recipientes. Al cocinar, es recomendable elegir preferentemente cristal o porcelana, evitando cualquier tipo de plástico. Algunas partículas de plástico, como el bisfenol-A y los ftalatos, tienen la capacidad de transferirse al alimento. Una vez dentro del cuerpo, estas partículas actúan como hormonas, pudiendo ocasionar desequilibrios, fenómeno conocido como disruptores endocrinos.