Guerra en Europa

Rusia golpea fuerte a Ucrania en el Donbás, donde sigue perdiendo posiciones

Kyiv denuncia un recrudecimiento de la agresión rusa tras las elecciones presidenciales del pasado mes de marzo con un déficit alarmante de armas

Las tropas ucranianas están siendo abrumadas en algunas posiciones en el este del país, enfrentando una escasez extrema de municiones de artillería y otras armas clave debido a los retrasos de las entregas de armas de sus aliados, mientras Rusia ha intensificado sus ataques después de las elecciones presidenciales a pesar de grandes pérdidas en equipos y tropas en el campo de batalla.

“Parece que volvemos a 2022 en lo que a artillería se refiere. En algunos lugares, los rusos atacan nuestras posiciones con todo calibre y total impunidad”, revela Roman Kulyk, un oficial del Ejército ucraniano. Al igual que en 2022, cuando Rusia atravesaba lentamente las defensas de Ucrania en la región de Lugansk, al país invadido le quedan pocos proyectiles para responder al fuego enemigo.

Según el jefe del Estado Mayor ucraniano, Olexandr Sirski, Ucrania puede disparar seis veces menos proyectiles de artillería que Rusia. Es probable que la disparidad aumente a 10 a 1 en cuestión de unas pocas semanas, advirtió al Congreso el máximo general estadounidense en Europa, Christopher Cavoli, a menos que llegue más ayuda. “La infantería paga por todo esto con su vida y su salud. Todo esto me cabrea muchísimo”, escribe el oficial Kulyk. El antiguo historiador y soldado voluntario, es capaz de relatar los principales acontecimientos ocurridos en el frente gracias a la tecnología moderna. Sin embargo, muchos ucranianos todavía sienten que su lucha permanece invisible, ya que los hechos a menudo no cumplen las promesas de algunos de sus aliados.

“La forma en que actúan nuestros aliados quita la esperanza. La decepción de Estados Unidos ha sido lo peor últimamente”, escribe otro soldado.

Desde hace meses, el paquete de ayuda militar de 60.000 millones de dólares sigue bloqueado por el Congreso estadounidense. Aunque algunos aliados europeos intentan compensar la ausencia de EE UU, otros actúan con demasiada cautela, lo que se traduce en un envalentonamiento de Rusia en el campo de batalla.

Sólo en los últimos días Ucrania ha tenido que abandonar varias aldeas de la región de Donetsk, como Pervomaiske y, más recientemente, Bogdanivka, según revela la plataforma analítica DeepState. Chasiv Yar, una ciudad a 30 kilómetros de Kramatorsk, un importante centro logístico del Ejército ucraniano, está bajo constante fuego ruso y corre el riesgo de convertirse en otra ciudad fantasma.

Para avanzar, Rusia depende tanto de tropas más numerosas y mejor equipadas, como del uso masivo de bombas aéreas guiadas. Ucrania es casi completamente incapaz de defenderse en ausencia de defensas aéreas modernas, misiles de mayor alcance y modernos aviones de combate.

Ofensiva de primavera

“La situación en el frente oriental ha empeorado significativamente en los últimos días”, afirmó el sábado Sirski, señalando que el tiempo cálido y seco permite a Rusia intensificar su ataque con el uso masivo de tanques y otros vehículos militares blindados en las zonas de Bajmut y Lyman.

Según analistas militares, Rusia busca aprovechar al máximo los retrasos y las vacilaciones en el apoyo que Ucrania recibe de sus aliados en el exterior. La escasez de armas desalienta la movilización de nuevas tropas en Ucrania.

A pesar de todo esto, los ucranianos se mantienen firmes lo mejor que pueden. Todo lo que Rusia ha hecho hasta este momento demuestra que busca eliminar el Estado y la identidad ucraniana y que está dispuesta intimidar, torturar o matar a quien se resista. Este es el sentimiento general.

No hay otra opción que seguir luchando porque cualquier tregua temporal le dará a Rusia más tiempo para prepararse para una nueva ofensiva. Mientras que el 44% de los ucranianos cree que los aliados occidentales están presionando a Ucrania para que “se comprometa”, el 83% cree en una eventual victoria.

El alto coste de Rusia

Rusia ha perdido ya más de 450.000 soldados en Ucrania, con pérdidas diarias que rondan los 1.000 soldados, según el Ejército ucraniano. Sólo en el último día, 23 tanques rusos y 47 vehículos blindados de combate han quedado destruidos.

Si bien carecen de munición y algunas armas, los ucranianos dependen del lanzamiento de pequeños drones que detonan al impactar o arrojan explosivos sobre sus objetivos. También están mejor equipados con tanques que un año atrás.

“Los rusos nos atacaron con ocho tanques y vehículos. Logramos alcanzar a cuatro de ellos y el resto huyó. Su infantería, sin embargo, entró en nuestras trincheras”, describe un soldado un reciente asalto ruso cerca de Bajmut.

Los drones y soldados ucranianos lograron matar a casi todos los atacantes, añade. “No tengo idea de lo que los rusos tienen en mente cuando atacan de esta manera suicida. Fue bueno ver a nuestros tanques apresurarse para ayudar a la infantería”.

Lograr la superioridad técnica sobre el enemigo en armas de alta tecnología sigue siendo clave para las posibilidades de victoria de Ucrania, cree el comandante Sirski. “Sólo así tendremos la oportunidad de derrotar al enemigo mayor”, subraya.

Rotación en el frente

Un indicio de que la situación aún no ha llegado al punto de ruptura es que el Ejército ucraniano ha iniciado la rotación de sus unidades, lo que permite a muchos soldados tener un descanso más prolongado por primera vez en año y medio o dos años.

Rusia también se está quedando sin recursos, afirmó este pasado fin de semana el asesor de la Oficina Presidencial, Myjailo Podoliak.

Califica la ofensiva en curso de Rusia como su “última oportunidad” para lograr un éxito importante, mientras que los aliados ucranianos están aumentando lentamente su producción militar.

"Rusia se da cuenta de que le queda esta ventana de oportunidad a finales de primavera y principios de verano. Y después todo irá en su contra", está convencido Podoliak.