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“Juego de Tronos”: la catarsis colectiva

Movistar+ organizó un visionado de “Juego de Tronos” en un cine de Madrid

Jon Nieve y Daenerys
Jon Nieve y Daeneryslarazon

La espera terminó. Después de ocho temporadas, en la madrugada de este lunes “Juego de Tronos” emitió su último episodio y los seguidores de la serie más popular de la última década pudieron saber quién se sienta en el Trono de Hierro.

En un evento organizado por Movistar Plus, el Palacio de la Prensa de Madrid fue sede de la proyección en pantalla grande y versión original del capítulo final. Las puertas del palacio se abrieron a la una y media de la madrugada, para que los representantes de la prensa y los centenares de fanáticos vestidos con camisetas alusivas a la serie, que esperaban desde horas antes en una larga fila que bajaba por la Gran Vía y giraba en la calle de Tudescos, pudieran entrar a un coloquio previo a la emisión del episodio.

Durante el coloquio, algunas personas subieron al escenario con banderas entregadas por los organizadores alusivas a las distintas casas y pudieron defender a cada una de ellas, como también a sus personajes favoritos. Un joven, resaltó que la casa Stark es merecedora del Trono de Hierro por representar a los “justos y honestos”; una chica defendió las acciones del personaje de Cersei, pues, según ella, todas las familias de la serie cometían atrocidades escudándose en un bien mayor, mientras que Cersei lo hacía por su familia; y otra joven, se encargó de defender a Daenerys Targaryen, resaltando su lucha y los pueblos que liberó durante las temporadas pasadas.

Poco a poco el ambiente se fue caldeando y la emoción iba en crescendo, las personas aplaudían cuando defendían a sus casas o a sus personajes favoritos y abucheaban cuando los criticaban. Los organizadores aprovecharon y premiaron con un paquete que incluía todas las banderas de las casas a Sergio, el primer joven que llegó al evento y que había estado haciendo cola en el portal del Palacio desde la una del mediodía.

La espera terminó a las tres de la madrugada, apareció el logotipo de la cadena HBO y el empezó con su respectiva intro el que sería el último episodio de “Juego de Tronos”. La sala aplaudió y luego se hizo silencio. Durante el capítulo, que duró casi una hora y veinte minutos, hubo momentos para todo: risas, gritos y aplausos, pero una vez que salieron los créditos finales, la ovación fue aún mayor. Posteriormente, a medida que se vaciaban las salas los espectadores iban compartiendo sus opiniones, no hacer ”spoiler” nos obliga a ahorrarnos los detalles, pero, como ha sucedido durante esta temporada y como suele suceder en todos los finales, hubo muchas opiniones divididas, algunos no perdonaran que mataran a su personaje favorito; otros no quedaron convencidos con el cierre de las distintas tramas; mientras que otros preferían crearse una opinión cuando volvieran a ver por segunda vez el episodio.

En fin, desde un “brutal, me encantó” hasta un “se cargaron toda la serie”, “Juego de Tronos” terminó y dejó a sus seguidores divididos, pero, independientemente de la opinión que haya generado en su recta final, hay una cosa que nunca se podrá negar: cambió la forma de hacer televisión y ha sido y será siempre, una de las mejores series de ficción de todos los tiempos. Por eso, se merecía proyectar su final así, en pantalla grande.