Televisión

Cada vez más cerca de la ficción en las series

El éxito de las series distópicas revela que el futuro, aunque es incierto, puede seguir estelas que ya están escritas

Fotograma de un capítulo de la serie «Electric Dreams» disponible en Amazon Prime Video
Fotograma de un capítulo de la serie «Electric Dreams» disponible en Amazon Prime Videolarazon

El éxito de las series distópicas revela que el futuro, aunque es incierto, puede seguir estelas que ya están escritas.

Distopía, del griego «dys» (malo) y «topos» (lugar), como tal, designa un tipo de mundo imaginario indeseable. Así pues no es «Un mundo feliz» en el que vivimos, han pasado 26 años desde «1984» pero nuestro Hermano Mayor, o comúnmente conocido como Gran Hermano, sigue presente en algunas cadenas de televisión. Aún no hemos visto cosas que no creeríamos, como «atacar naves en llamas más allá de Orión» pero de «lágrimas en la lluvia» sabemos un poco. Para enfrentarse a la soledad de uno mismo aún no existe el sistema operativo OS1 («Her», 2010). Todos ellos apuntan a un futuro lejano pero terriblemente posible. Aunque las historias distópicas no son nuevas, siguen siendo de lo más recurrentes.

«Black Mirror», «Electric Dreams», o la reciente «Years and Years» se han abierto paso entre toda la amplia gama de series para escalar a lo más alto de la crítica y conseguir embaucar al espectador. Y todas ellas tienen en común un futuro distópico, que además alguna da la vertiginosa sensación de tocarlo con los dedos de la mano de lo cerca que pueden llegar a estar. El cambio climático, el abuso de las tecnologías y las guerras políticas entre países ya no son algo que está por llegar, están aquí conviviendo entre nosotros. Evolucionamos ¿o involucionamos? hacia un futuro más cercano del que podemos imaginar. Estas series toman la bola de cristal para recrear este futuro, sin imaginar la posibilidad de que la ficción está camino de la realidad.

La tecnología prima en la mayoría de estas series distópicas, y es que por muy redundante que parezca mientras ésta avanza, más historias distópicas aparecen . ¿Tenemos miedo a la tecnología? La respuesta puede ser sí, pero hay algo que siempre nos mantendrá indiferentes en cuanto a esta crítica tecnológica, y es que se queden en solo eso, ficción. Pero ¿qué pasaria sí lo que vemos en la pequeña pantalla ya existe en nuestra sociedad? Nos remontamos a 2013, primer cápitulo de la segunda temporada de la serie «Black Mirror» de nombre «Be right Back» («Ahora mismo vuelvo»). Cuenta la historia de una mujer que pierde a su pareja en un accidente de tráfico, en una sociedad muy cercana a la nuestra. La protagonista decide utilizar un software que es capaz de generar nuevas conversciones basadas en los registros personales que dejó su novio en sus redes sociales y comunicaciones en línea. Este capítulo generó muy buenas críticas y despertó muchas incógnitas acerca de creaciones de software de este tipo. Y ahora, la realidad ha superado a la ficción: se llama «Eterni.me», el proyecto aún se encuentra en beta (aunque ya cuenta con 44.955 personas voluntarias) y su objetivo es almacenar información (en vida) de la persona para crear una especie de «conciencia virtual». En definitiva, se apunta a la creación de una especie de «gadget» que le permita a alguien conversar con sus seres queridos después de su muerte.

En la serie «Years and Years» (HBO) la tecnología, igualmente, se convierte en una herramienta para contar el drama humano y cómo va tranformando la sociedad. Es interesante ver esta relación de crear una consciencia virtual de la que se hablaba anteriormente, a través del personaje de Bethany, quien le cuenta a sus padres que ella quiere ser «transhumana» y subir su consciencia a la nube. Este mismo personaje a lo largo de la serie va introduciendo avances tecnológicos, como un teléfono implantado en los nervios de una mano. Durante toda la trama también vemos la evolución de objetos que ya están en el mercado real, como «Alexa», que realiza órdenes mediante un comando de voz o incluso los filtros de la aplicación de «Snapchat», donde en la serie ya son filtros 3D. Y los conocidos «riders» ahora son «mejoradores de vida».

Y los drones ¿qué?

Ahora bien, si vemos que tienen en común esta obsesión por la inmortalidad virtual, los drones son otro tema muy recurrente en estas sociedades distópicas ¿serán el peligro que ninguno se esperaría? Electric Dreams, episodio dos , «Autofac», dejando de lado los entresijos del capítulo, lo que más llama la atención es cómo los drones se han hecho con el mundo, y lo más característico es que estos mismos siguen generando entregas en barrios que ya no están si quiera habitados. En «Black Mirror», en el episodio sexto de la tercera temporada: «Odio a la Nación», unos drones autónomos, que en un principio ejercían la función de las abejas ya extintas, comienzan a asesinar a personas de forma aparentemente aleatoria. En cuanto a «Years and Years» la situación no es tan desastrosa, podemos decir que incluso tiene su toque cómico, en la inauguración de los drones como repartidores de artículos comprados «on-line», un personaje se acerca más de la cuenta a uno de ellos y el accidente se hace inminente.

Sin duda alguna todas estas referencias y muchas más hacen plantearse si verdaderamente estamos ante series distópicas o estamos viendo la posibilidad de un futuro muy cercano. Después de contemplar las ficciones y las consecuencias de sus historias nos queda la duda si vamos por buen camino.