Televisión

Cocinar a ciegas

El popular David de Jorge estrena hoy en la cadena de Atresmedia TV, Nova, un concurso apto para todos los paladares

El «chef» David de Jorge, junto a una concursante en «El sabor es ciego» / Atresmedia
El «chef» David de Jorge, junto a una concursante en «El sabor es ciego» / Atresmedialarazon

El popular David de Jorge estrena hoy en la cadena de Atresmedia TV, Nova, un concurso apto para todos los paladares.

Más listo que el hambre. Puede que sea la causa por la que David de Jorge sea cocinero. Después de haber estado en pantalla casi ocho años, filmar 1.200 programas para cadenas como ETB y preparar unas 2.500 recetas frente a las cámaras, De Jorge decidió, como él dice, «dejar la televisión en barbecho, para que me echasen en falta». Le salió bien la jugada porque hoy estrena en Nova, el canal de TDT de Atresmedia, «El sabor es ciego», un concurso que se emite a las 14:30, una hora más que adecuada para los más impresionables con estos asuntos del paladar.

A él no le gusta que le denominen «chef» y sí cocinero y, como Karlos Arguiñano– «al que admiro porque hace una televisión minimalista, aunque sea muy expresivo: conoce los tiempos y lo dice todo con un chiste o una mirada»– desmitifica un poco su oficio echando mano del humor «porque no hay que tomarse en serio las cosas del comer, si se hace, se convierte en un aburrimiento», asegura De Jorge. De ahí, que tanto en la televisión, como en charlas informales, le ponga de los nervios, ya no, ahora las observa con distancia las discusiones «sobre si una paella debe llevar cebolla o no, si se prefiere la cocina tradicional o de vanguardia, y demás cuestiones, porque hay gente dispuesta a terminar a “garrotazo’’ limpio», dice con su lenguaje coloquial.

Afirma que le gusta «la cocina sin tonterías, porque muchas veces se pierde el tiempo haciendo filigranas que no van a ningún lado». Eso sí, aunque no caiga en la contradicción, como sabe lo que supone sacar un restaurante a flote también subraya que «a mí lo que me gusta es la buena cocina sin etiquetas y, por supuesto, no le pongo ninguna pega a una pirueta vanguardista siempre que tenga un sentido». En cuanto a sus preferencias culinarias, prefiere escoger todas. «Lo importante es que esté rico, me da igual el plato, aunque sea una panceta hecha en carbón dando vuelta y vuelta o el huevo frito con puntillas».

Un concurso de valientes

«El sabor es ciego» no es un «talent», prefiere denominarlo como un concurso gastronómico en el que cuatro cocinillas tienen que hacer el triple salto mortal. De Jorge les propone dos recetas que tienen que elaborar en un tiempo exacto de una hora y además tienen que hacerlo «a ciegas», en lo que en términos de cocina él precisa que es «no les voy a dejar probar cómo está quedando el plato para saber si se han pasado de sal o si está soso, así como si han medido bien las cantidades de los ingredientes». Después tendrán que probarlos con una salvedad: lo harán con los ojos vendados, por lo que puede suceder que un concursante puntúe más bajo el plato que él mismo ha elaborado.

Por último, será David de Jorge el que dé su veredicto. «No puedo reprochar nada a los concursantes, son unos valientes porque en televisión es muy fácil hacer el ridículo. Algunos se han presentado porque querían conocerme, otros porque querían cocinar conmigo y todos porque, evidentemente, querían ganar los 2.000, el premio que se da en cada emisión», asegura el cocinero.