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«Matadero»: un «thriller» español pata negra

Mañana se estrena en Antena 3, a las 22:40 horas, esta serie de diez capítulos sobre un crimen en un pequeño pueblo.

A la izda., Miguel de Lira con Ginés García Millán, una pareja de sicarios muy peculiares
A la izda., Miguel de Lira con Ginés García Millán, una pareja de sicarios muy peculiareslarazon

Mañana se estrena en Antena 3, a las 22:40 horas, esta serie de diez capítulos sobre un crimen en un pequeño pueblo.

En un pueblo en medio de la nada –aunque por el paisaje y el paisanaje se puede intuir que está en Castilla– parece que ocurren pocas cosas, salvo algún sobresalto por las inclemencias del tiempo que pueden echar por tierra las cosechas, la llegada de un forastero que da un poco de sal a las sosas conversaciones de cada día y alguna disputa por las lindes. Sin embargo, si se rasca esta postal se puede comprobar un entramado de relaciones familiares tóxicas, varios regates a la Ley –que nunca pilla a los personajes que lo cometen en fuera de juego– y situaciones que descolocan a los que las viven hasta llevarles a un precipicio vital.

Esto es lo que ocurre en «Matadero», la serie de Antena 3 –en colaboración con Diagonal TV– que estrena mañana a las 22:40 horas y que promete desconcertar al espectador desde el minuto uno. La acción se sitúa en Torrecillas, un lugar como tantos otros de la geografía española, con sus bares por los que las innovaciones estéticas han pasado de largo, sus caciques –que se han reciclado en mafiosos de medio pelo– y algunos trabajadores más serviles de la cuenta. Uno de ellos es Alfonso (Pepe Viyuela), un veterinario pusilánime y con permanente semblante de hastío e impotencia. ¿Por qué? Trabaja para Alfonso (Antonio Garrido), el propietario del matadero que importa cerdos de baja calidad desde Portugal. Alfonso asiente y calla, aunque la sublevación la lleve por dentro. Estallará cuando un asesinato desquicie a los protagonistas.

A pesar de que la trama pueda parecer sombría, se enriquece con situaciones y diálogos de humor más negro que el carbón, que van a descolocar a los televidentes. Sus responsables saben que sobre «Matadero» se proyecta la sombra de «Fargo». Jaume Banacolocha, productor ejecutivo de Diagonal Televisión, no niega la mayor: «Nos hemos inspirado en su tono en que las situaciones absurdas desengrasan la trama sin que se pierda su esencia. También está presente Tarantino. En muchas de sus películas, en las situaciones más extremas, los personajes articulan diálogos que están fuera de lugar».

Pulsador de bloqueo

Con todo, su director, Jordi Frades, defiende su condición de «thriller» ibérico. «El hecho diferencial es su factor identitario. Se ve el toro de Osborne, los cerdos, esos hoteles y cafeterías de medio pelo que están a punto de cerrar, las mujeres que sacan las sillas de sus casas para tomar la fresca, los hombres con su puro y su copita de coñac...». Visualmente, Frades no oculta las influencias de «Bigas Luna y ''Jamón, jamón'', la visión rural de Pedro Almodóvar en ''Volver'' y, por supuesto, Luis García Berlanga». En la línea del director de «Bienvenido Mr. Marshall» (1953), en «Matadero» también hay un reparto coral en el que todos tienen su momento de gloria, que está compuesto por Pepe Viyuela, Antonio Garrido, Carmen Ruiz, Tito Valverde, Lucía Quintana, Camila Viyuela y José Ángel Egido, entre otros.

Hasta para asesinar, los personajes están marcados, como los cerdos –protagonistas silenciosos de la serie–, con el sello de la idiosincrasia patria marcada en la piel. Especialmente los dos sicarios gallegos: Pascual (Ginés García Millán) y Teo (Miguel de Lira), cuyo proceder hará arquear las cejas de asombro a más de uno. «No queríamos que se usaran armas muy sofisticadas, como sucede en los ''thrillers'' anglosajones, en esta ficción son más rudimentarias, escopetas de caza y pistolas», afirma Frades.

A pesar de ser una ficción, «Matadero» refleja, y así lo explica su director, el estado de ánimo de los ciudadanos en la actualidad: «No nos interesaba la violencia gratuita, queríamos mostrar una más cotidiana y doméstica. Ahora estamos muy tensos, se respira mucha ira y frustración en el ambiente. Estamos permanentemente cabreados y enfrentados por políticos que, en ocasiones, lanzan mensajes muy peligrosos que calan en la gente. Hay un cabreo considerable».

El carisma de Pepe Viyuela

Con su porte de hombre corriente, Viyuela era el actor más adecuado para encarnar a Alfonso, ese devoto esposo que tiene un pequeño secretillo: es algo cobarde. «El personaje va a hacer un viaje emocional espectacular porque descubrirá un lado oscuro desconocido para él. En el fondo es un superviviente», dice el director Jordi Frades. Para Banacolocha, la elección de uno de los protagonistas de «Aída» es uno de los grandes éxitos de la produccción porque «es un cómico, aunque lo que más valoramos de él es que puede actuar de una manera sobria y aportar un humor muy sutil».