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Peppa Pig tiende puentes con China

Para limar asperezas con el gigante asiático, que censuró los dibujos animados, ahora celebran el año nuevo chino.

Cese de hostilidades. Los dibujos de «Peppa Pig» están difundiendo la cultura china a cientos de millones de niños
Cese de hostilidades. Los dibujos de «Peppa Pig» están difundiendo la cultura china a cientos de millones de niñoslarazon

Para limar asperezas con el gigante asiático, que censuró los dibujos animados, ahora celebran el año nuevo chino.

La diplomacia sale de su hábitat natural –las cumbres bilaterales y reuniones en la ONU y el G-20, por poner algunos ejemplos– para entrar de lleno en la industria audiovisual. La productora británica eOne, responsable de la serie «Peppa Pig», ha decidido suavizar sus relaciones con China para que haya un cese de hostilidades. ¿Cómo? Apelando a los sentimientos o como se dice ahora, abrazando el populismo. Dado que ayer empezó el Año Nuevo Chino, que, según el horóscopo local, corresponde al signo del cerdo... ¿Quién mejor que Peppa para hacerle un homenaje ya que son de la misma especie? Así, se estrenará esta semana el filme «Peppa Pig celebra el Año Nuevo Chino», una coproducción entre el gigante asiático y el Reino Unido, cuya campaña publicitaria en el país está siendo tremebunda. Varios datos: el trailer ha sido visto 1.500 millones de veces y, antes de su estreno, ya ha recaudado 1.600 millones de euros gracias a la preventa de entradas. Y es que ha tocado la fibra sensible de la masa de espectadores que irán a ver la cinta ya que habla de la pérdida de los valores familiares y la marginación del mundo rural. En el largometraje se han incluido nuevos personajes: Jiaozi (ravioli) y Tang Yuan (albóndiga de arroz viscoso). Ambos platos son especialidades que se comen estos días.

Período de reeducación

Comprobado ya que ha solventado con éxito su período de reeducación, es más que probable que vuelva a emitirse la serie de animación que, en otro gesto para distender las relaciones, ha dedicado un episodio a la efeméride que se emitió ayer en España en Clan. En él, Peppa y sus amigos van a la guardería para celebrar el festejo. La profesora les enseña que hay que barrer el suelo muy bien para limpiar toda la suciedad del año que acaba de finalizar, elegir una indumentaria roja, un color que da suerte, el baile del dragón y, por supuesto, no faltan los fuegos artificiales.

Así finaliza uno de los episodios más esperpénticos de la censura que ejercen las autoridades chinas que, en 2018, obligaron a la aplicación de vídeos cortos Douyin (conocida fuera de China como Tik Tok) a que retirasen al menos 30.000 micropiezas de «Peppa Pig» que habían generado 60.000 millones de visionados. Con esta prohibición entraba en la lista junto a los hombres travestidos, los desnudos excesivos y los comportamientos eróticos. La serie de animación llegó al país en 2015 y en 2017 los jóvenes internautas utilizaron su imágenes para elaborar vídeos y tatuajes con mensajes subversivos. Por aquel entonces, el «Diario del pueblo», el periódico oficial del Partido Comunista de China, afirmó que, «no se puede permitir destruir la infancia a nuestros jóvenes y romper las reglas. Son personas hostiles a los valores de la cultura dominante, a menudo poco educada, y sin trabajo estable». En «The Global Times» se escribió una reflexión que cuesta procesar: «Es una serie adicta para los niños hasta el punto de que les lleva a gritar y saltar en los charcos como hacen los personajes». Ahora se han tenido que tragar estas palabras, aunque queda otro reto: que los responsables de «Peppa Pig» sepan cómo parar las falsificaciones del «merchandising» de la ficción.