Stana Katic: “Las series han dado un salto de calidad”

La intérprete, que también protagonizó “Castle”, pasó por España para presentar la segunda temporada de “Absentia”, que se estrena mañana en el canal AXN.

No es una desconocida. Los espectadores se acostumbraron a ver a Stana Katic en la serie «Castle» durante ocho temporadas, en las que dio vida a la agente Kate Beckett. En ellas, entre crimen y crimen, junto a Richard Castle, interpretado por Nathan Fillion, hubo un tira y afloja amoroso. Cuando se acabó esta ficción, Katic no se quedó esperando. Nada más finalizar ese trabajo, la actriz canadiense se embarcó como protagonista y productora ejecutiva en un nuevo proyecto: «Absentia», cuya segunda temporada se estrena mañana en el canal de pago AXN. Esta ficción cuenta la historia de una agente del FBI, que tras seis años de torturas físicas y psicológicas por parte de un asesino, deberá reconducir su vida, en especial su relación con su hijo, Flynn. Todo ello en un entorno hostil, ya que tiene muchas heridas que aún están abiertas. En su visita a Madrid desgrana las claves de esta segunda entrega.

–Tras «Castle», ¿por qué eligió «Absentia»?

–Me pareció un proyecto diferente. Era un «thriller» psicológico y, por sus características, tanto en la dirección como en los guiones, es lo más parecido a filmar una serie como si fuese una película «indie», al margen de las tendencias del momento.

–Su personaje en «Absentia», Emily, puede ser muy antipático. ¿Su carácter le condicionó para aceptar el papel?

–No, porque me gusta encarnar a antihéroes, explorar cómo las personas tenemos una parte positiva y otra negativa. Esa dualidad me encanta porque forma parte de nuestra naturaleza y no quería meterme en la piel de un personaje lineal, sin aristas.

–De todas formas, no hay tantos personajes femeninos con esta complejidad.

–Creo que eso que comenta está cambiando. Las actrices interpretamos papeles cada vez más diferentes. Cuando era una niña, si me hubiesen preguntado por esto, le diría que mi héroe era Al Pacino en «El padrino». Sin embargo, en los últimos años interpretamos roles que, por las convenciones, se puede interpretar que tienen rasgos masculinos. Creo que ya es hora de que crucemos esas barreras de género e indagar en la esencia psicológica de los personajes.

–¿Qué nos espera de esta entrega?

–La protagonista es una agente del FBI que, mientras intenta dar caza a un asesino, desaparece. Reaparece seis años después y descubre que su esposo ha rehecho su vida con otra mujer y con el hijo de ambos. Ahora hay que ver cómo recompone su vida, que está resquebrajada y la relación con su hijo. Y no va a ser fácil porque no puede, de repente, volver a una vida normal. Es difícil interpretar a un personaje como este, que está desubicado, y no pensar en los momentos horribles que ha pasado. Leí muchas historias de soldados de la Segunda Guerra Mundial y de cómo les cuesta retomar una vida normal porque sufren estrés post traumático y no pueden integrarse en la sociedad como si tal cosa, ya que han visto lo mejor y lo peor del ser humano. Ahora veremos cómo es la relación con su hijo, con su entorno y con los amantes que tiene.

–Los directores y actores de Hollywood le hacen ojitos a la televisión. ¿Cómo lo valora?

–Se habla de la edad dorada del medio. Creo que poder contar una historia en una temporada de varios episodios es la clave. Les atrae mucho porque hay tramas que se pueden quedar cortas en un filme de dos horas. Además, las series han dado un salto de calidad, ahora son más complejas.