Cuando el hombre convive con la naturaleza

Los productores artesanos, unidos forzosamente a la cultura y tradiciones de un lugar, han sido durante siglos quienes han cuidado y modelado, a veces sin saberlo, estos territorios.

Los productores artesanos, unidos forzosamente a la cultura y tradiciones de un lugar, han sido durante siglos quienes han cuidado y modelado, a veces sin saberlo, estos territorios, con una actividad que ha evitado su destrucción. Son responsables por tanto, junto a agricultores y ganaderos, de su preservación, aunque también beneficiarios de primer orden de las oportunidades que ofrecen estos espacios; se trata de que cada cual juegue su papel dentro del ecosistema sin perturbar su buen funcionamiento.

El 28 por ciento del territorio español pertenece a la Red europea Natura 2000 y más del 80 por ciento de la población reside cerca de uno de los 2.000 espacios que la integran y que están protegidos por ella; sin embargo, son muy pocos los que lo saben y menos aún los que conocen sus beneficios.

En las Riberas de Castronuño, tierras vallisoletanas bañadas por el Duero, conviven armoniosamente hombre y naturaleza; se trata de un emblemático ecosistema palustre básico para la nidificación y como zona de invernada de muchas y variadas aves acuáticas.

Reserva Natural, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), es además un espacio donde la intervención humana data de tiempos remotos y donde jóvenes emprendedores ponen de nuevo su mirada.

La quesería Cañarejal, que la familia Santos fundó en su localidad, Pollos, en 1996, da empleo permanente a una decena de personas y de ella salen tres estilos completamente diferentes de un producto que triunfa dentro y fuera de nuestras fronteras.

Sus propietarios son gentes de la zona, de tradición agricultora y ganadera, pero con una alta dosis de emprendimiento, un valor en alza en la Red Natura 2000, cuyo objetivo es potenciar las actividades tradicionales, luchar contra la despoblación de las áreas rurales y ayudar a la transformación de los negocios.

Ramón Santos regenta la quesería tras jubilarse Luis, su padre; "a nosotros nos beneficia pertenecer a la Red Natura 2000 -afirma-, porque a la hora de vender, cada vez se aprecia más la marca natural y, de hecho, en nuestro etiquetado la tenemos".

Orgullosos de hacer todo a mano y de cerrar prácticamente el círculo de producción, con sus propias ovejas, sus propios pastos y sus piensos elaborados mediante procesos no contaminantes, hoy descubren además el valor que su propia tierra aporta al producto.

En una de las zonas más deprimidas de Castilla y León, en la comarca de Tierras de Medina, se ubica la localidad de Ramiro, junto a la ZEPA y LIC Humedales de los Arenales, paso habitual de grullas en sus viajes migratorios.

Allí, Rubén Valbuena y su mujer, ávidos de nuevas experiencias y, sobre todo, de vivir en el campo con sus tres hijos, pusieron en marcha en 2011 un proyecto del que hoy viven cinco familias.

La Granja Cantagrullas se ha convertido en este tiempo en referente en emprendimiento, creatividad y calidad; suministra sus productos a los mejores restaurantes de España y reivindica un modo de vida respetuoso con el medio ambiente que le da sustento.

Esta pequeña quesería, que produce entre 5.000 y 6.000 kilos de queso al año, obtiene la leche de un rebaño de ovejas castellanas, una raza autóctona protegida, con la que busca hacer "un producto sensacional, en las reglas del arte", ha explicado Rubén a EFEverde; de hecho, ya han conseguido más de 30 recetas diferentes.

Su objetivo, ha asegurado, "más que en volumen, es crecer en propuestas"y por eso, Rubén y su equipo impulsan ahora una iniciativa junto a Cañarejal y a Campoveja, otra quesería de la zona, para dar a conocer los valores naturales del entorno y de sus productos tradicionales.

'Los Caminos del Queso' plantea al visitante una ruta guiada por las tres queserías, en la que "queremos -ha explicado Rubén- que el viajero tenga acceso a todos los procesos, pero entendidos en un entorno de paisaje; les ofrecemos la oportunidad de mordisquear un pedazo de nuestra tierra".