Andalucía

Las fumigaciones aéreas no son la solución

Ecologistas e investigadores han mostrado hoy su rechazo a las fumigaciones aéreas con sustancias químicas para controlar plagas como la de la oruga procesionaria del pino, autorizadas ya en distintas comunidades autónomas. Denuncian el uso de diflubenzurón, un pesticida persistente en el medio natural y cuyo uso tiene impactos negativos en la naturaleza, según se afirma en la carta enviada por alrededor de 40 investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

En una nota enviada hoy, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF, ARBA, Grama, El Soto, Sierra Oeste Desarrollo SOS denuncian que los tratamientos autorizados no se han sometido a evaluación ambiental por parte de las comunidades donde se harán las fumigaciones aéreas, por lo que no se han evaluado los impactos sobre el medio ambiente y la salud humana.

Estas actividades ya se han efectuado en Madrid y próximamente se harán, al menos, en Andalucía, Baleares, Extremadura y en Álava y Vizcaya, donde tienen de plazo límite hasta el próximo día 17 para fumigar.

A juicio de las citadas ONG y científicos, resulta alarmante que la administración siga impulsando la gestión forestal con tratamientos muy agresivos y que han quedado obsoletos por sus impactos.

No hay que olvidar tampoco que existe "un total consenso en el seno de la comunidad científica internacional, a la hora de señalar a los pesticidas como una de las principales causas de la acusada pérdida de biodiversidad evidenciada en las últimas cinco décadas en el conjunto de los ecosistemas del planeta".

Las fumigaciones aéreas con productos fitosanitarios sólo pueden ser autorizadas para el control las plagas declaradas como tal y en base a razones de emergencia, y sólo en los casos que no hay alternativas técnicas y económicamente viables, explican.

Estas fumigaciones con diflubenzurón sobre la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) no está justificada, porque no hay constancia de una situación de plaga, "más allá de los habituales fenómenos naturales de fluctuación poblacional que sufren gran parte de las especies silvestres", según la carta de los científicos.

De las autorizaciones otorgadas sólo la Diputación de Vizcaya ha declarado la utilidad pública de las actuaciones de lucha contra la procesionaria.

Además, explican, hay métodos de control por vía terrestre que hacen que la aplicación aérea sea innecesaria.

En la Comunidad de Madrid ya se han realizado las primeras fumigaciones aéreas con diflubenzurón en 1.400 hectáreas de pinares dentro de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Encinares de los Ríos Cofio y Alberche, incluida en la Red Natura 2000.

Hoy, el Grupo de Ornitología Balear y Defensa de la Naturaleza (GOB) ha anunciado que en unos días remitirá una denuncia ante la Comisión Europea por las fumigaciones contra la procesionaria realizadas en Mallorca con diflubenzurón, por incumplir la normativa comunitaria referido a este asunto.