Cambios climáticos

Pequeñas islas, primeras víctimas del cambio climático

Barbados y el restante medio centenar de pequeños Estados insulares en desarrollo que hay en el mundo sufren ya los efectos de un cambio climático del que prácticamente no son responsables, según advirtió hoy la ONU en la ceremonia oficial del Día Mundial del Medio Ambiente.

"La subida del nivel del mar relacionado con el cambio climático ya está afectando a estos pequeños Estados insulares, que precisamente somos los menos responsables del cambio climático", defendió hoy el primer ministro de Barbados, Freundel Stuart.

El gobernante encabezó en Bridgetown la ceremonia principal del Día Mundial del Medio Ambiente, ya que este año Barbados ha sido elegido como país anfitrión, como ejemplo de los llamados SIDS (acrónimo en inglés de los pequeños Estados insulares en desarrollo) que más está avanzando en energías renovables y la llamada "economía verde".

La ceremonia tuvo lugar, bajo un sol implacable, en la Plaza de la Independencia del centro histórico de Bridgetown, como parte central de una jornada repleta de actos en los que participó incluso el actor estadounidense Ian Somerhalder, designado hoy embajador de buena voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

"Los pequeños estados insulares estamos en primera línea de impacto ante el cambio climático, pese a que contribuimos poquísimo al calentamiento de nuestra madre tierra", dijo igualmente el primer ministro de San Vicente y las Granadinas y presidente pro témpore de la Comunidad del Caribe (Caricom), Ralph Gonzalves.

Tras celebrar el "gran interés"de Barack Obama por avanzar en la agenda climática, advirtió que en EE.UU. hay gente que deniega el cambio climático con mucha influencia, que no se deja impresionar por el hecho de que un huracán pueda causar "una destrucción de proporciones bíblicas", como le ocurrió a San Vicente con "Thomas", que en 2010 destruyó un 12 % de su PIB.

"Las causas importantes nunca han sido fáciles", apuntó, tras dejar en el aire la pregunta de cómo se habría activado EE.UU. ante una destrucción de tales dimensiones.

Según un informe difundido este jueves por el PNUMA, la elevación del nivel del mar es la mayor amenaza relacionada con el cambio climático que afrontan los SIDS, con pérdidas anuales de "billones de dólares".

"No es momento de la impasividad. El presente ya es el pasado. Es imperativo reforzar las políticas e inversiones en energía renovables y economía verde para evitar que esos efectos se acrecienten", aseguró el subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.

Apuntó que, desde el turismo, la agricultura y la pesca, hasta la disponibilidad de agua potable y el mantenimiento de las infraestructuras, multitud de variables socioeconómicas de estas islas se pueden ver afectadas con la subida del nivel del mar, el aumento de los desastres naturales u otras variables relacionadas con el cambio climático.

"Hay mucha gente que se está beneficiando de que la electricidad en algunos de estos estados sea hasta seis veces más cara que en EE.UU.", explicó Steiner.

Barbados además se encuentra en una región plagada de arrecifes de coral, que junto a las líneas costeras, son los ecosistemas más amenazados por el aumento del nivel de mar y de la temperatura ambiental.

El PNUMA calcula que en las últimas dos décadas se han perdido 34 millones de hectáreas en arrecife de coral -sobre todo en los pequeños Estados insulares-, algo que costará a la economía mundial unos 11,9 billones de dólares.

Además, para el año 2030 el 90 % de los arrecifes de coral de las islas del Caribe estarán en peligro si no se hace nada para evitarlo, un porcentaje que alcanzará el 100 % en 2050.

"Los SIDS tienen vulnerabilidades únicas que requieren una atención especial en el desarrollo de la agenda mundial de desarrollo sostenible para lograr los avances que les permitan sacar a sus pueblos de la pobreza, crear 'empleos verdes' y lograr una energía sostenible para todos", explicó a Efe Margarita Astrálaga, directora para América Latina y el Caribe del PNUMA.

Astrálaga recordó que los 52 pequeños estados insulares en desarrollo que hay en el mundo, donde viven 62 millones de personas, emiten menos de un 1 % de los gases de efecto invernadero.

"Sin embargo, sufren de forma desproporcionada el cambio climático que causa la emisión de esos gases", explicó, tras defender que "le corresponde a la comunidad internacional apoyar a los pequeños Estados insulares, en particular mediante el impulso el año que viene de un acuerdo climático sólido para reducir las emisiones y minimizar la amenaza del cambio climático para estas naciones".