Investigación científica
Primer intento mundial para eliminar el hongo mortal para los anfibios
Quince años después de que la ciencia describiera la enfermedad producida por un hongo que amenaza a un tercio de las 7.000 especies de anfibios conocidas del planeta, científicos españoles avanzan en el desarrollo de una técnica, pionera en el mundo, capaz de eliminarlo del medio natural.
El hongo , originario de Sudáfrica, y expandido a través del comercio internacional de anfibios, especialmente por la rana que se usaba en la prueba del embarazo, causa una enfermedad llamada "quitridiomicosis"que mata a los sapos de un fallo cardíaco.
En la Isla de Mallorca se lleva a cabo el primer intento mundial de eliminar el bautizado coloquialmente como hongo asesino, "Batrachochytrium dendrobatidis", desinfectando a conciencia su hábitat y cada uno de los ejemplares, ha avanzado a EFEfuturo el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Jaime Bosch.
Se calcula que en las últimas décadas se podrían haber extinguido alrededor de 200 especies por su causa.
Es por este motivo, por el que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cataloga a esta enfermedad infecciosa como la más peligrosa del mundo, ya que casi la totalidad de los anfibios son susceptibles de desarrollar la enfermedad y de una muerte casi segura.
Tres de las cinco especies de sapos parteros que existen en el mundo son endémicos de nuestro país y todos sufren un declive en sus poblaciones, especialmente el sapo partero balear: este anfibio que se encuentra en serio peligro vive en charcas en las que en algunas sus larvas han descendido de 500 unidades a 10.
En Mallorca donde habita este sapo, una de las especie más amenazada de todos los vertebrados de Europa, se dan condiciones excepcionales para intentar la total eliminación del hongo debido a las particulares condiciones ecológicas de la isla, ha explicado Bosch.
Los renacuajos de esta especie y el patógeno se concentran en pozas de la sierra de la Tramontana cuyo número disminuye durante la época estival, facilitando la extracción de los anfibios para ser transportados al laboratorio y tratados con fungicidas.
De la misma manera, el agua de las pozas se vacía para aplicar a la tierra y al agua altas dosis de un desinfectante que eliminen dicho hongo.
"Si este sistema, en fase de experimentación, que desarrollamos con la Consejería de M.Ambiente del Gobierno Balear no funcionara serviría por lo menos para bajar los niveles de infección en los anfibios y ganar tiempo para buscar otras soluciones".
De esta manera, ha añadido Bosch, se cumpliría la máxima de que en el peor de los escenarios, se obtendría un equilibrio entre patógeno y hospedador.
Bosch establece como meta mas cercana de su proyecto, financiado por la Fundación General CSIC y el Banco de Santander, reducir los niveles de infección de las poblaciones amenazadas, y como meta a largo plazo, descubrir un método artificial para que los anfibios desarrollen respuestas inmunes al hongo.
En España, el país que alberga el mayor número de datos e investigaciones de la enfermedad en Europa, se detectó la enfermedad por primera vez en Europa en el madrileño macizo de Peñalara cuando investigadores del CSIC observaron la mortandad del sapo partero común.
Por eso en la localidad de Rascafría (Madrid), la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid puso en marcha un centro de cría en cautividad de anfibios cuya misión es rescatar anfibios enfermos y reintroducir los más fuertes para reforzar las poblaciones que prevalecen.
Pero no es sólo el hongo el que mata a sapos, salamandras, ranas o tritones.
Estos anfibios, habituales de la tierra durante los último 300 millones de años, se ven afectados por otros problemas en su supervivencia como la contaminación, la destrucción del hábitat o el cambio climático, aunque el investigador reconoce que esta enfermedad ha sido la "puntilla"del declive de muchas especies.
✕
Accede a tu cuenta para comentar