Historia oculta
17/01/2020 (12:45 CET) Actualizado: 17/01/2020 (15:41 CET)

Karishiri, así es el «hombre del saco» andino

Dicen que en el mercado de Desaguadero, la frontera que separa Bolivia y Perú en esta región a más de cuatro mil metros de altura, encontramos coloridos telares andinos, especias de todos los olores, ponchos de vicuña… y Karishiri, el "hombre del saco".

17/01/2020 (12:45 CET) Actualizado: 17/01/2020 (15:41 CET)
Karishiri, así es el «hombre del saco» andino
Karishiri, así es el «hombre del saco» andino

En el Titicaca, donde es fácil observar las sorprendentes islas flotantes de junco, los aymaras se protegen de los malos espíritus que habitan en las alturas. Cada noche se cierran las ventanas de la casas por miedo a ser el siguiente. Porque todos han oído o han conocido a alguien que ha sufrido el ataque del terrible Karishiri, un demonio con cuerpo de hombre que confundiéndose con las nieblas de la madrugada, entra en las viviendas y, tras adormecer a sus habitantes con un soplo de su fétido aliento, les extrae las grasas para venderlas después porque aquí todos saben de sus supuestos beneficios. Por eso, en las pocas casas que vemos en tierra y que se desperdigan por planicies infinitas, es habitual observar que frente a las mismas están las tumbas de quienes ya han pasado a mejor vida. Asegura el historiador aymara José Pachacuti Santacruz que «nuestra creencia es que si pones a nuestros difuntos delante de la casa, te estás protegiendo del Karishiri, porque el demonio jamás pisa o profana una tierra consagrada».

Cae la tarde y se enciende un fuego. Un viejo chamán sopla la concha y un grave sonido sale de la misma. Alza las manos a los cielos, y conforme va cayendo el Sol entona cánticos antiguos de protección. «Esta es la hora del Karishiri. Se cuela por la línea que separa las luces de las sombras y comienza a hacer el mal. Hace años lo tenía más fácil porque entraba a nuestro mundo a través de la puerta Aramu Muru. Pero fue sellada con rituales mágicos y por eso tiene que buscar otra entrada. Dicen que por la noche se oye muy cerca de Aramu Muru una extraña música que si se mete dentro de tu cabeza te transporta al otro lado. Y entonces estás perdido», asegura Santacruz. Así pues, sabiendo la ubicación de dicha puerta, ¿qué nos impide llegar hasta ella?

aramu muru karishiri hombre saco titicaca
 

Aramu Muru se encuentra muy cerca del municipio de Juliaca, casi a orillas del Titicaca. Por eso no es difícil acceder hasta su ubicación. Hoy día es una piedra de un tamaño descomunal, con una gran puerta tallada en la misma. Pero está sellada. Sea como fuere nos sentamos junto a la misma. José vuelve a romper el silencio: «Esta zona es muy mágica. Muy cerca de aquí está el cerro Kapía. Si lo ves desde los cielos te darás cuenta de que se parece a un león con la boca abierta. En este cerro se han encontrado decenas de cadáveres de personas que han sido sacrificadas. Hay quien dice que son víctimas del Karishiri; otros que los traficantes de droga y armas que navegan el lago, como son muy supersticiosos, para no perder su poder y evitar ser capturados hacen esos pagos de sangre en la montaña sagrada. Yo creo que realmente esos pagos son para que el Karishiri les deje tranquilos, porque están en sus dominios y saben que allí no sube nadie. Ni siquiera los agentes de la policía…», termina, dejando en mitad de la noche una afirmación que resuena como un cañonazo. No hay duda de que éste lugar es mágico; pero la magia que aquí se mueve es más oscura que el cielo de madrugada. Más aún, si como percibimos en ese instante, se empieza a oír una tenue melodía… Ha llegado el momento de marchar.

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