Historia
Hoy nos vamos a Pompeya
La belleza extrema de la Casa de los Amantes y de la Casa del Frutteto
Se piensa en ocasiones que visitar un parque arqueológico es solo para expertos. Si se viaja en familia o con amigos la decisión del grupo suele crear dudas. Pero visitar Pompeya es una de las experiencias más enriquecedoras y entretenidas y ahora más.
Esta semana han abierto tres Domus que son impresionantes. Hay muchas razones por las cuales hay que ir a Pompeya y visitar este grandioso parque arqueológico: una, porque lo que se ve en este espacio es único, otra, porque estas casas abiertas al público después de 40 años están prácticamente completas y se puede sentir claramente cómo vivían en aquellos tiempos, otra razón es porque lo que hay pintado en sus muros es de una belleza excepcional, otra, porque su historia es apasionante. Pompeya es mucha Pompeya
Han tenido que pasar 40 años para admirar de cerca sus principales joyas.
La belleza y la riqueza de los frescos y las decoraciones de las estancias de la Casa de los Amantes y la Casa del Frutteto dejan sin aliento. Parece increíble que se hayan conservado casi al completo, tras la erupción del Vesubio del año 79 d.C., pero no sólo ha pasado por aquello que devastó Pompeya sino también por el terremoto de Irpinia en 1980 en el cual murieron cerca de 3.000 personas. En la entrada de la casa de los amantes, justo a la derecha encontraron una inscripción del siglo I a.C . «Los amantes como las abejas, pasan una vida dulce como la miel. Yo deseo que así sea».
De la higuera con la serpiente pintada en la Casa del Frutteto, cuelgan frutos tan reales que casi se perciben sus jugos, unos higos de una intensidad asombrosa que no ha habido nada ni nadie que los borre.
Cuando piensa uno que ya lo ha visto todo, la impresión es aún mayor unos metros más adelante, entrando en una estancia con muros negros, allí al fondo del pasillo está La Casa de la Huerta, su pintura es tan real, que la sensación es como si de pronto se hubiera hecho de noche.
Descubrir los tesoros de Pompeya es una invitación a vivir la historia, la vida de aquella época. Con estas últimas restauraciones, la sensación de cómo era la vida en el pasado es real. No hace falta entender mucho de arqueología para quedarse embelesado en estos rincones.
Desde 1748 llevan excavando las 60 hectáreas que quedaron sepultadas de lava y cenizas. Comentan que para terminar todo el territorio restante faltarían mínimo 2 siglos, pero parece que no lo harán " esto no acabará nunca " afirman los arqueólogos.
La visita a Pompeya es fascinante, imposible perderse la Villa de los Misterios de Pompeya -Villa dei Misteri. Fue una casa que seguramente fue habitada por la clase noble de la época. Un espacio para contemplar y ser contemplado, una casa de lujo con grandes pórticos y jardines colgantes.
Las imágenes del video lo dicen todo.
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