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¿Qué opinas del nuevo aspecto del faro de Ajo?

La controvertida obra del artista Okuda ha provocado una lluvia de comentarios en las redes sociales

De opiniones está hecho el mundo. Es solo que muy pocas llegan a comentarse en los diarios. La polémica que pulula desde ayer entre las redes sociales tiene como principal diana al artista cántabro Óscar San Miguel Erice, conocido con el sobrenombre de Okuda. Sus murales pueden encontrarse en Madrid, Marruecos, Estados Unidos o París, pero ha sido obra más reciente, pintando con su característico estilo el faro de Ajo, lo que ha levantado pasiones entre los internautas.

De 71 metros de altura, el faro data de 1930 y tiene un alcance de 17 millas náuticas, en torno a los 31 kilómetros. Diseñado por Fernando Rodríguez Pérez, siempre estuvo pintado del clásico color blanco. Hasta ayer.

Ecologistas e Izquierda Unida en contra del proyecto

El proyecto comenzó a fraguarse en el mes de mayo, fecha en que fue presentado públicamente después de que el proyecto fuera encargado por la Autoridad Portuaria de Santander y el Ayuntamiento de Bareyo, con la intención de incrementar la afluencia turística en el faro. Rápidamente saltaron Ecologistas e Izquierda Unida con la intención de frenar el proyecto que calificaron de “atentado patrimonial, barbaridad cultural”, mientras los propios vecinos del municipio y el Gobierno de Cantabria lo aceptaron entusiasmados. Consideran que las visitas aumentarán gracias a este cambio, aunque su presupuesto inicial despeinó a varios. 75.000 euros. Sin embargo, el montante definitivo ha sido de 40.000 euros, después de que se decidiera no rehabilitar los edificios colindantes al faro.

GRAF5613. BAREYO (CANTABRIA), 26/08/2020.- El artista Okuda San Miguel perfila con aerosoles los detalles de la intervención colorista sobre el cuerpo del Faro de Ajo, que ha generado controversia entre los que censuran la idoneidad del arte y prefieren que la torre de luz más septentrional de Cantabria conserve su tradicional tono acromático. EFE/ Miguel Ramos
GRAF5613. BAREYO (CANTABRIA), 26/08/2020.- El artista Okuda San Miguel perfila con aerosoles los detalles de la intervención colorista sobre el cuerpo del Faro de Ajo, que ha generado controversia entre los que censuran la idoneidad del arte y prefieren que la torre de luz más septentrional de Cantabria conserve su tradicional tono acromático. EFE/ Miguel RamosMiguel RamosEFE

Los tejemanejes de la política terminaron por señalar la nueva imagen del faro como un asunto de competencia ideológica, ya fuera como apoyo o como condena al gobierno de Miguel Ángel Revilla, incluso se llegaron a recoger firmas con el fin de evitar el proyecto. El clímax del rifirrafe llegó cuando IU llevó el caso a la Fiscalía para investigar el “atropello patrimonial” que significa.

72 tonalidades de color

Recogidas de firmas, investigaciones, escándalos, política de alto nivel. Más que la apacible localidad de Ajo, esto parecía House of Cards. Cabe decir que fue hasta sorprendente descubrir hace cuatro días que el proyecto seguía en pie y que Okuda empezaría sin demora su nueva y controvertida obra. 72 tonalidades de color se han utilizado hasta conseguir un resultado que, como estaba previsto, ha enfurecido todavía más a los retractores a la par que conseguido mayores aplausos de quienes lo apoyan.

GRAF5613. BAREYO (CANTABRIA), 26/08/2020.- El artista Okuda San Miguel perfila con aerosoles los detalles de la intervención colorista sobre el cuerpo del Faro de Ajo, que ha generado controversia entre los que censuran la idoneidad del arte y prefieren que la torre de luz más septentrional de Cantabria conserve su tradicional tono acromático. EFE/ Miguel Ramos
GRAF5613. BAREYO (CANTABRIA), 26/08/2020.- El artista Okuda San Miguel perfila con aerosoles los detalles de la intervención colorista sobre el cuerpo del Faro de Ajo, que ha generado controversia entre los que censuran la idoneidad del arte y prefieren que la torre de luz más septentrional de Cantabria conserve su tradicional tono acromático. EFE/ Miguel RamosMiguel RamosEFE

El artista decidió escoger como temática la riqueza natural de Cantabria, representado su fauna y, por medio de las texturas de la obra, señalando la riqueza cultural de la región. Aboga por mostrarla moderna, abierta al mundo.

“¿Qué problema hay por pintar una pared blanca?”, preguntaba Okuda. “En este caso, es un faro, un cilindro blanco, que se puede volver a pintar de blanco.” Asimismo, se lamentó de que su obra se hubiese transformado en una cuestión política, y criticó que las limitaciones de reforma en el patrimonio español le habían llevado a cerrar otros proyectos que ya estaban firmados, sin dar la oportunidad a modernizar las estructuras.